Cardoso, o fura-greves
Doble sorpresa que nos hace recordar aquél viejo refrán “piensa mal y acertarás”. Resulta que el gobierno que está controlando el paro petrolero y ofreció gasolina y soluciones petroleras en las próximas cuarentiocho horas hace más de veinte días, necesita tanqueros que sustituyan los que no ha podido movilizar ni operar eficientemente una vez movilizados, y que va a buscarlos y los consigue nada menos que en el Brasil capitalista del presidente Cardoso. Mira tu por dónde te viene a salir todo un rompehuelgas presidencial. Si hubiera sido Lula Da Silva podría uno imaginárselo, por aquello de la revolución y del Foro de Sao Paulo, pero que la cosa venga de Cardoso es ya como quien dice fin de mundo.
Con todo y el reconocido pragmatismo diplomático y comercial de los brasileños, pareciera al menos imprudente que el Presidente Cardoso, ya con un pie en la ex-presidencia, le deje ese encargo a Da Silva (los tanqueros no viajan de Brasil a Venezuela en 48 horas, aunque vengan por el Orinoco), que bastantes críticas y comentarios ha tenido que aclarar hasta ahora respecto a su afirmada –y por él muchas veces negada- complicidad con Hugo Chávez y la revolución chavista.
Claro, esto asumiendo que Cardoso de verdad haya ofrecido los tanqueros y que de ser así haya consultado tal decisión con el Presidente Electo y éste haya dado su aprobación. Podría haber sido así, si vemos cómo el enviado personal de Da Silva viene a Venezuela, se reúne sólo con el gobierno y prácticamente critica a la oposición tomando así pública y sonoramente posición diferente a la que han tomado los demás gobiernos de América y de Europa, lo cual ya dejó bastante mal sabor entre los venezolanos. Pero es que la actitud de ese enviado, y ahora la colaboración del gobierno brasileño, debería dar qué pensar tanto a criollos antichavistas como a los gobiernos de Estados Unidos y de Latinoamérica, porque podría ser una señal de que lo que Lula negó no lo rechaza en verdad y que sus aspavientos antichavistas y proglobalización fueron sólo saludos a la bandera internacional y a las expectativas empresariales de inversionistas internacionales y brasileños.
Falta poco para que sepamos cómo va a actuar en realidad el nuevo Presidente en Brasilia, pero podríamos ir por acá pensando, no sólo en cambiar nuestro principal favorito en los Mundiales de Fútbol –aparte de la “vinotinto”-, sino que a lo mejor los chavistas podrían irse preparando para darle una mano –y hasta algún oportuno tanquero- a “Los Sin Tierra”, mucho más cercanos a la revolución zamorana que las tesis que Lula da Silva planteó en su campaña electoral. Y hasta los escuálidos deberíamos prepararnos para ayudar a “Los Sin Tierra” brasileños, aunque sólo fuera para darle a Da Silva una dosis de su propia medicina.
Si es que es verdad que el Presidente Electo brasileño apoyó la iniciativa del Presidente en vias de convertirse en jarrón chino, y respalda la posición claramente prochavista de su enviado personal. Alguien creíble debería aclarar esto.