Caracas maltratada
La ciudad de Caracas se autodestruye, es como si quisiera desaparecer, ser inviable y querer quitarse de encima el maltrato de tantas décadas por unos pobladores insensibles y abusivos que ni siquiera por todo lo que da, incluyendo El Ávila, el clima, el agua ,la fauna entre otras, no quieren respetarla, serle amable y agradecidos. Cualquier lector concluirá con las múltiples razones técnicas, políticas entre otras que explican tanta decidía. Sin embargo, desde mi perspectiva, hay una que es irrefutable. Somos los habitantes de esta ciudad crueles con nosotros mismos, con el futuro de los demás. De aquí mi pequeña historia. Todos los días paso al frente de la construcción centro comercial que se llamara “Millenium” en la Av. Rómulo Gallegos. He visto nacer ese complejo urbanístico. No quiero calificarlo desde el punto de vista del diseño, para eso existen los arquitectos y los expertos. Mi preocupación como ciudadano es constatar y preguntarme cómo al lado de esa obra puede existir tanta desidia. Por un lado una “grande” obra de ingeniera, esfuerzo público y privado según entiendo, por el otro, rodeado de calles que dan grima por su descuido, suciedad, inseguridad, indigencia y por la falta de sensibilidad humana ante la búsqueda de equilibrio entre el concreto, la gente y la naturaleza.
Si, muy cerca de la construcción hay miseria humana, basureros, ventas y ventillas. Cientos de estudiantes circulan a diario esa maltratada zona. Una estación de metro que expulsa a la gente hacia la desidia, la suciedad y un transporte público que los absorbe y que da pena por su deterioro. Entonces, a donde están las autoridades del metro, del municipio, a donde está la responsabilidad y vocación social de la empresa que construye. Quién vigila, quien cuida, quien instruye, quien permite tanta decidía. Razón tienen quienes ven esta ciudad en fase de autodestrucción. Muchas calles y zonas de la ciudad que hace treinta años me las imaginaba más bellas y modernas están hoy todas peor. ¿Qué nos paso?