Caracas entre las ciudades más peligrosas del mundo
(%=Image(6786328,»L»)%) Cada día que pasamos, viviendo en Venezuela, podríamos considerarlo como un día de supervivencia. Y es que cuando se vive en un país donde la delincuencia se despliega a sus anchas y los organismos de seguridad del estado, por lo que se percibe, parecen ineficientes, un día más de vida, sin haber sufrido un atraco, un secuestro o una agresión a manos del hampa, es prácticamente un milagro. Caracas, una de las ciudades considerada entre las más peligrosas del mundo, no nos ofrece las condiciones necesarias para ‘vivir’, sino para ‘sobrevivir’.
Hace poco leía un estudio realizadoCaracas entre las ciudades más peligrosas del mundo por la consultora internacional Mercer Human Resource Consulting donde se muestra el enorme aumento de criminalidad urbana en varios ciudades del mundo entre las que se encuentra Caracas. No por azar nuestra ciudad capital se encuentra en esta lista, y si nos adentramos más en nuestro país, habría que agregar las ciudades de Maracaibo, Valencia, Maracay, Barquisimeto, Puerto La Cruz, Puerto Ordaz y paremos de contar.
La prensa nacional cada vez cede mayor espacio a su parte de ‘sucesos’ y los medios audiovisuales en su gran mayoría, utilizan mayor tiempo en ese segmento que en el de noticias nacionales o internacionales relacionadas con política u otro temas más ‘trascendentales’. Es un indicativo verdaderamente aterrador de la realidad que se vive.
El informe nos coloca en el mismo renglón que ciudades africanas consideradas las más peligrosas del planeta, donde se asesina en la calle, a plena luz del día. La cantidad de muertes violentas ocasionadas por la delincuencia es sorprendente. Según su estudio “cada día se producen en la capital venezolana más de 800 atracos a mano armada, 15 secuestros y más de 20 asesinatos. El clima de inseguridad es tan elevado que en diecisiete semanas, o tres veces al año, se registra en Venezuela un número de asesinatos ¡similar a las 2.801 víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York!” Y de todos los asesinatos que se producen en Caracas, la mayoría son debidos a la resistencia al robo y el ajuste de cuentas. Continúa la investigación diciendo que “las autoridades policiales consideran imposible la patrulla en determinados barrios, que no cuentan con asfaltado y la accesibilidad es prácticamente nula para los coches en una ciudad vertical repleta de cerros y calles tortuosas”. (1)
Así, en nuestro país, antes de sacar un carro nuevo de la agencia, pedimos le coloquen una alarma antirrobo. Vivimos entre rejas y cercas eléctricas, pagamos vigilancia privada y tratamos de no utilizar prendas de joyería ni nada que pudiese llamar la atención del hampa. Cada vez frecuentamos menos a los amigos porque la noche es riesgosa, el ruido de los fuegos artificiales por alguna fiesta parroquial se confunde con el de los disparos, enfrentamos problemas con nuestros hijos por las salidas los fines de semana y los familiares que viven en el exterior, ante este panorama, ya no nos visitan. De esta forma transcurre nuestra vida sin ‘calidad de vida’.
Pero hay más, es imposible pasar por alto lo que plantean los autores de la investigación en relación a la puntuación obtenida por nuestro país entre otros de Latinoamérica: «Las mejores puntuaciones en seguridad personal y estabilidad interna están ubicadas en ciudades pertenecientes a países con gobiernos políticamente bien establecidos, con buenas relaciones internacionales y crecimiento económico, y la mayoría de las ciudades con baja calificación se sitúan en países con gobiernos políticamente inestables y población civil inconforme, sistemas judiciales corruptos y altos índices de criminalidad». (2)
Habrá que plantearse en serio si los venezolanos queremos un cambio en nuestras condiciones de vida considerando que el primer paso sería el cambio de un gobierno que nos permite ‘sobrevivir’ por uno que se tome en serio la tarea de gobernar y ofrezca esas condiciones de que carecemos para ‘vivir’.
(1) Mercer Human Resource Consulting
(2) Slagin Parakatil, investigador de Mercer.