Caracas 2020
El año 2020 es el horizonte que se ha fijado la Asociación Civil Caracas Metropolitana para culminar la primera etapa del Plan Estratégico de Caracas, el que vendría a llenar el vacío vivido desde que en 1983 la extinta Oficina Metropolitana de Planeamiento Urbano formuló el Plan Rector 2000, el último plan urbano con que ha contado la capital y que en gran medida quedó en el papel. No podemos ahora abordar las razones que explican tan largo vacío ni aquellas por las que, pese a haber contado con más de un plan urbano desde el de 1939, ellos han sido tan poco eficaces para orientar el desarrollo de la ciudad. Hoy muchos expresan reservas también acerca de las posibilidades de éxito del Plan Caracas 2020, considerando sobre todo el grave déficit de gobernabilidad de la ciudad originado en el morboso empeño del ejecutivo nacional y sus agentes en el gobierno local ‑léase Alcaldía de Libertador- en sabotear la acción de las autoridades locales y regionales que no se someten a su albedrío.
Sin embargo, el carácter mismo de este plan, completamente diferente a todos los que entre nosotros se han ensayado, abre una perspectiva nueva centrada en la movilización consciente de la población para reclamar su derecho a la ciudad. La instalación de la nueva Asamblea Nacional, con una presencia sustancial y combativa de diputados de la Unidad Democrática, amplía notablemente las posibilidades de esa estrategia al ofrecerle una extraordinaria caja de resonancia a las demandas ciudadanas.
En la perspectiva de las elecciones presidenciales de 2012, cuando se abre una enorme oportunidad para corregir a fondo el desastroso rumbo de las políticas sociales y económicas de esta sedicente revolución, la aceleración del Plan Caracas 2020 puede revestir una importancia crucial para cimentar los procesos de transformación, tanto por su capacidad para atender demandas sociales fundamentales como por el potencial de movilización de riqueza y empleo que implica la puesta al día de la abandonada infraestructura caraqueña. De modo que el Plan Caracas 2020 sirve no sólo para atender las necesidades de la aporreada capital sino que puede ser una pieza esencial de la estrategia para enrumbar al país por la ruta del desarrollo y la ampliación de la democracia. Habrá que volver sobre el tema.
