Calma y cordura
Percibo en algunos amigos y analistas de nuestra vivencia política, ciertas y justificadas angustias relativas al devenir político de nuestra Venezuela, que son perfectamente comprensibles dada la severa conflictividad socio-económico-política, que se vislumbra cada vez más amenazadora y cercana.
Un aspecto de esa situación general, que ya vivimos y que será más grave aún en el tiempo por vivir, se refiere a la convocatoria hecha por el irrito CNE de elecciones para el próximo mes de setiembre, cuando aún ese organismo, satélite de hecho del Poder Ejecutivo, ni siquiera se ha tomado la molestia de emitir una explicación sobre el resultado de las indagaciones que debe haber realizado sobre el esperpento electoral fabricado el pasado 14 de abril, cual ejercicio tan rutinario como los de sus trapisondas mentirosas de todos los procesos electorales que ha realizado. Confieso que, cuando conocí la aceptación que apreciados líderes opositores manifestaron de concurrir a esa nueva trampa, mi reacción inmediata fue un iracundo rechazo. Consecuencia de éste, escribí como pregunta por twetter: ¿Si Ud tiene un carro y lo lleva a un mecánico para controlarlo y éste le roba el carro, le llevaría otro al mismo mecánico sabiendo que le va a robar de nuevo?
Sin embargo, pensando con más serenidad me percaté de que, si bien el ejemplo del carro es aplicable, las presentes circunstancias políticas venezolanas son diferentes mientras el CNE no se pronuncie definitivamente sobre el resultado de las elecciones del 14ª y, si como parece, no presenta los cuadernos de votación que son la base fundamental para que sea posible develar la verdad de esos comicios. Por otra parte, y en todo caso, queda la definición de la instancia internacional a tales efectos, de manera que, “por ahora”, concurrir a los comicios municipales no es aún un hecho rechazable. Además, las graves circunstancias económicas y sociales que existen en el presente, aparecen en estos momentos como factores de gran importancia en el desarrollo de los hechos políticos que pueden ser muy distintos en el futuro.