Benedicto: “Vida o Muerte”
En Venezuela—y en el resto de América Latina–es casi imposible hacerle ver a las personas—en su inmensísima mayoría, católicas—como el Vaticano las ha sumido—y las mantiene—en el atraso, la ignorancia y la pobreza en la cual viven—inclusive cuando ocurren asombrosos eventos como las recientes declaraciones de Joseph Ratzinger (Benedicto Décimo Sexto) y Jesús Gazo (sacerdote jesuita de San Cristóbal, estado Táchira), quienes dijeron: “la oración no es un accesorio, una cosa opcional, sino una cuestión de vida o de muerte» [EFE 04 de marzo de 2007] y “El socialismo que queremos para Venezuela no es, ni mucho menos, el cubano” y “Jesús fue precursor del socialismo” [El Universal, 05 de marzo de 2007, entrevista de Roberto Giusti] ¿No se parece demasiado esa frase de Benedicto al “patria o muerte” castrista?
Los comunistas llevan ya varias décadas intentando camuflar al comunismo mintiéndole a la gente haciéndoles creer que comunismo y socialismo son dos cosas diferentes; pero sólo basta con recordar que el primer país comunista del mundo se llamó Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El socialismo—que es el mismo comunismo—es una doctrina político-económica inventada por Karl Marx y expresada en su escrito—junto con Friedrich Engels, llamado El Manifiesto Comunista (1848) y en su obra más conocida El Capital (tres tomos: 1867, 1885 y 1894); pero muchos políticos—y curas cristianos—como los citados arriba; Ratzinger y Gazo, tienen décadas tratando de materializar las utópicas fantasías populistas de Marx—intentando inútilmente de quitarle al socialismo lo que a ellos no les gusta (a cada uno les gustan unas cosas y otras no) y por ello existe todo un extenso espectro político económico envuelto en mantos llamados “social-democracia” y “democracia cristiana”, que siempre conducen al mismo fracaso político económico al que están destinadas todas las iniciativas político-económicas inventadas por Marx.
Y esto ocurre porque como nos enseñó Carlos Rangel “Se puede ser genuinamente marxista, sin haber leído ni el más elemental texto de Marx” [Marx y los Socialismos Reales, MonteAvila Editores, Caracas, 1981]; y porque los curas y políticos que si han leído a Marx, sólo leen lo que quieren leer, sin en realidad entender lo que están leyendo; como ejemplariza la siguiente anécdota:
El 23 de agosto de 2001, en la página 12 del vespertino Tal Cual, Teodoro Petkoff publicó un artículo que le envié titulado: “Felipe Pérez No Sabe Leer”—lo publicó aparentemente porque quería hacerle ver a Hugo Chávez—que ni Giordani ni Pérez eran los hombres adecuados para la cartera de planificación de su régimen—sino él (Petkoff)—“como ya lo había probado durante el anterior régimen de Caldera”
Escribí eso, porque Felipe Pérez—en un artículo publicado en El Universal, de Caracas, había dicho que Albert Einstein era socialista, y nos recomendaba leer un artículo del sabio alemán-estadounidense escrito en mayo de 1949, para que lo comprobásemos, e indicándonos que podíamos hallarlo en la Bitblioteca de Venezuela Analítica (http://analitica.com/bitblio/einstein/socialismo.asp). Este artículo de Einstein culmina con el siguiente párrafo: “La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?” En otras palabras; Einstein nos dice—sin insultarnos—“si yo, la más grande de las inteligencias actuales del planeta, encuentro a estos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles, quiere de decir que ustedes, comunes mortales, jamás podrán solucionarlos: El socialismo siempre derivará en una dictadura atroz.
Pero los curas católicos, con Benedicto a la cabeza, quieren obligarnos a ser socialistas.