Back to the Drawing Board
Esa parece ser la situación actual que están atravesando; tanto los socialistas del planeta que usaron a la ONU para crear el IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático)—y desde éste lanzar un velado ataque contra el “capitalismo”—que ellos ven materializado en las grandes corporaciones exitosas de los países más desarrollados del mundo—así como el Centro Nacional de Huracanes del servicio meteorológico de los Estados Unidos de América (NOAA por sus siglas en inglés) al aterrorizar al planeta al creerse el cuento del IPCC de que el excesivo consumo humano de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), estaba causando un “efecto invernadero” y un “calentamiento global” que tendría consecuencias catastróficas como un enorme alzamiento del nivel del mar que sumergiría en los océanos a las islas y a las ciudades costeras de todo el planeta, además de provocar un mayor número de huracanes y tifones y de mayor intensidad, creando inundaciones y devastación en algunas partes del mundo, la desaparición de las capas de hielo polares y de los glaciares continentales; así como largas sequías y desertificación en otras partes del mundo, llevando a la extinción a numerosas especies de animales y plantas—y hasta pondría en peligro a la existencia humana—pero al llamar la atención de los científicos, esta patraña ha venido siendo desmontada por no estar sustentada en observaciones y análisis verdaderamente científicos—la evidencia más patente de esta patraña, es el fracaso del Protocolo de Kyoto, un acuerdo entre numerosos gobiernos e instituciones del mundo que fijaría estrictas metas a todos los países firmantes para que redujesen su consumo de combustibles fósiles y las cantidades de “gases invernadero” que sus actividades económicas supuestamente emiten hacia la atmósfera.
Los terroristas meteorológicos cometieron el serio error de olvidarse del Efecto Mariposa, frase acuñada por el matemático y metereólogo estadounidense; Edward Norton Lorenz (1917-2008), que puede parafrasearse como: el sistema meteorológico global—y hasta local—es tan intrincado e impredecible, que el batir de las alas de una mariposa en el mes de abril en una selva tropical de Indonesia, podría producir un huracán en el mes de agosto sobre el océano Atlántico cercano a las costas de América del Norte—porque; por ejemplo, ya estamos hoy a 11 de agosto, más de 70 días transcurridos de la llamada “temporada de huracanes” (del 1ro de junio al 30 de noviembre), y no se ha producido aún ni un solo huracán en el Atlántico—y por ello, el centro estadounidense de huracanes, viendo que su aterrador pronóstico del clima no se ha materializado, resalta ahora las zonas de baja presión atmosférica y lasondas tropicales—con un potencial probabilístico de aproximadamente un 70 por ciento de no convertirse ni en tormenta ni huracán, porque “no encuentran más nada que hacer”.
El intento de los trasnochados socialistas del mundo de resucitar la Guerra Fría—que finalizó el 25 de diciembre de 1991 con la disolución de la Unión Soviética, a través de fachadas como Greenpeace, el IPCC y la ALBA en América Latina, si fuesen sensatos, ya hubiesen admitido que el capitalismo no murió—como se apresuraron a declarar algunos voceros socialistas latinoamericanos y europeos, ante el desplome de Wall Street y la crisis en el mercado inmobiliario estadounidense, que arrastró consigo hacia el foso económico, no sólo a los Estados Unidos de América, sino a numerosos otros países del mundo—y esta “resucitación” del capitalismo (que puede verse en las actuales cifras de los indicadores de los mercados de valores, como el Dow Jones y Nasdaq)—significa que el socialismo “todavía” no puede reemplazar al capitalismo—porque el colapso del capitalismo; según el mesías socialista; Karl Marx, es un inescapable prerrequisito para que surja el socialismo.
Así que; socialistas: back to the drawing board.