AsoVAC 60 años
Recién finalizada la hecatombe que significó la Segunda Guerra Mundial y la persecución de los judíos, Venezuela acogió generosamente y con visión de futuro a un importante grupo de científicos europeos. Ya lo había hecho con valiosos intelectuales aventados por la guerra civil española, que dejaron profunda huella en la academia venezolana.
El inicio en tiempos políticamente inestables.
En 1949, un venezolano esclarecido comenzó a impulsar la creación de una asociación sin fines de lucro que reuniera a los escasos investigadores en ciencia del país. Sendos artículos publicados en El Nacional (06-08-1949) y El Universal dejaron constancia de ello. Obtuvo la colaboración de algunos amigos e investigadores interesados en el asunto como los doctores Vicente Peña, médico clínico, Werner Jaffé, bioquímico y nutricionista, Hermann Kaiser, químico y Oscar Agüero, médico obstetra. La instalación de la nueva sociedad, bautizada como Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC), ocurrió a principios del año siguiente. Poco después de sus inicios comenzó a rodearse de cierta atmósfera de oposición al gobierno, presidido por el Coronel Carlos Delgado Chalbaud, quien, a pesar de ello, respetó a la naciente organización y la tan ligada a ella autonomía universitaria. Julio de Armas había sido designado Rector de la Universidad Central de Venezuela, muy apreciado en la institución. En ese entonces, Rector, Vicerrector y Secretario eran nombrados por el Ejecutivo, no así los decanos, quienes eran elegidos por la universidad.
Tarea programática fundamental de la recién instalada asociación fue la realización de la Primera Convención Anual, la cual tuvo lugar en la vieja sede de la Universidad Central, actual Palacio de las Academias. Oradores fueron el Rector de Armas, Enrique Tejera y Vicente Peña; este último había sido designado primer secretario de AsoVAC. Se discutió resultados de trabajos de investigación obtenidos en el país, mayoritariamente médicos, pero también en química, geología y ciencias naturales. Poco después del asesinato de Delgado Chalbaud, de lo que también se cumplen 60 años, la Universidad Central fue intervenida, por lo cual la Segunda Convención del año 1952 se efectuó en la sede del Colegio de Médicos de Caracas. En esa ocasión, el médico Francisco de Venanzi (1917-1987), ideólogo y motor de la nueva asociación, se había encargado de su Secretaría General.
Ambiente natal.
El incidente de la intervención fue traumático. Los profesores de la universidad formaron una sociedad, la Organización de Docentes Universitarios (ODU) para tratar de contrarrestarla. Foción Febres Cordero fue su presidente. De Venanzi estaba en la directiva. Pudieron recoger unas 400 firmas de profesores para solicitar que no se eliminara el régimen autonómico. En vano. El gobierno no podía permitir la existencia de un núcleo político librepensante allí, único espacio de libertad y oposición a la dictadura que se consolidaba. Profesores fueron expulsados del país, como Rafael Pizani, los hermanos Humberto y Olga García Arocha, José Antonio Mayobre y Febres Cordero. Otros y muchos estudiantes fueron detenidos. Algunos terminaron en Guasina. Progresivamente, muchos docentes se reincorporaron a la universidad al pensar que aquella situación era irreversible. De Venanzi fue destituido pero permaneció en el país, al igual que muchos otros, hasta la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez.
Este fue el entorno natal de la AsoVAC, que la ha marcado y acompañado, tanto como a la universidad autónoma venezolana, hasta el presente.
Otros programas de crecimiento.
Los creadores de la AsoVAC pensaron también en la constitución de un órgano de divulgación regular de la actividad científica nacional que estuviera ajustado a la norma y rigurosidad universales en materia científica. Así, estructuralmente ligada a la AsoVAC, nació la revista Acta Científica Venezolana, de carácter multidisciplinario que consideraba, para su publicación, trabajos de investigación originales en cualquier área de las ciencias físicas y naturales, bajo la modalidad de artículos, característica que poco después se extendió hacia las notas, ensayos y revisiones bibliográficas, sometidos al examen por especialistas –los pares- de cada área. Con la primera convención de la asociación se publicó el primer volumen de la revista. La cobertura de la convención anual y de la revista se extendió también hacia las ciencias sociales y algunas áreas de las humanidades, debido a la repercusión que tienen en la sociedad los avances científicos y tecnológicos así como, inversamente, la influencia de la sociedad en la orientación de tales avances.
Programas adicionales fueron incorporados a la responsabilidad de la asociación, como la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia (FundaVAC), órgano de enlace con el sector privado que recaba el financiamiento necesario para su funcionamiento y el Festival Juvenil de la Ciencia, el grupo juvenil, en el cual alumnos del bachillerato exponen a la discusión pública sus trabajos organizados, como expresión de su inclinación hacia el apasionante mundo de la investigación científica. La AsoVAC propugnó, tempranamente, la creación de un Consejo Nacional de Investigación Científica, institución que ya funcionaba con éxito en otros países latinoamericanos. Efectivamente, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit) surgió en 1969, como decreto de la Presidencia de la República.
Organización actual.
La asociación comprende actualmente once capítulos en el país, cada uno con su cuerpo gerencial. El Consejo Directivo Nacional está conformado por los secretarios de cada capítulo, un presidente y varias secretarías nacionales. Hace escasas semanas se eligió al nuevo presidente nacional por dos años, Marisol Aguilera Meneses, profesora titular jubilada de la Universidad Simón Bolívar, quien presenta un amplio currículo en el área de la ecología, biodiversidad y ciencias ambientales, así como numerosos premios y distinciones nacionales; en el lapso 1982-83 ya había sido su Secretaria Ejecutiva Nacional.
El presente.
Hoy, a los sesenta años de su creación, la AsoVAC puede presentar ante el país, con orgullo, un balance francamente positivo. Sus convenciones, profundamente enraizadas en el sentir de los investigadores y científicos venezolanos, se han consolidado y, rara avis, no han dejado de realizarse. Con la participación económica de instituciones privadas nacionales, científicos de renombre son invitados regularmente a las convenciones para oir y discutir sus trabajos. Diversas asociaciones científicas sectoriales acuden a las convenciones para realizar sus asambleas anuales.
¿Cómo fue posible este desarrollo? Según De Venanzi, la AsoVAC fue concebida con el propósito de no servir a fines circunstanciales, que permitiera la agrupación de todas las personas interesadas en el progreso científico del país, alejadas de posiciones sectarias en el plano ideológico y, sobretodo, despojadas de personalismo. Muchos hoy destacados científicos venezolanos han pasado por los cuadros directivos de la asociación, retroalimentándola positivamente en momentos de dificultad.
Habiendo superado parcialmente los obstáculos de la incomprensión y la ignorancia, los factores políticos adversos, la escasez financiera, el inadecuado clima para investigar, la no aceptación del pensamiento crítico y autónomo y los frecuentes ataques a la autonomía universitaria, en esos sesenta años la investigación científica en Venezuela ha crecido apreciablemente, buena parte de la cual está asociada a la AsoVAC. Pero en la última década la situación general se deteriora, tal como la democracia venezolana que se extravía, por una equivocada ideologización gubernamental de la política científica, sectaria, hegemónica y confusa Se teme la desaparición de Acta Científica Venezolana por falta de soporte financiero. Todo ello permite inferir que el pensamiento de De Venanci, el Rector Magnífico (1958-1963), está actualmente tan vigente como entonces y que su ejemplo y el de sus seguidores es el catalizador que continúa motorizando el accionar de la investigación científica en Venezuela.