Asimetría en la FAN
Resulta curioso que, aparezca la idea de activar la reserva, luego de un año (el Presidente dicci) de conocerse la presunta corrupción en los comandos regionales 8 y 9 de la GN en el sur de Venezuela. Mas curioso, que se ordene la toma sorpresiva de los comandos, como si se tratara de una guarida de delincuentes o unidades invasoras procedentes de Cuba, como ocurrió en la década de los 60’ o la insurgencia revolucionaria, como ocurrió en 1992. Mas curioso aún, que se trate de un comando ejercido por un general, que aparentemente procedía del entorno gubernamental, ascendido y asignado a esa “peligrosa” unidad de la GN, encargada de la custodia y protección de las reservas auríferas y diamantíferas del país ubicado en el puesto 10 del mundo, con las mayores reservas de estos apetecidos minerales, pero, mas peligroso aún, que como unidad de la GN, no creaba confianza en la protección y custodia de las supuestas grandes reservas de uranio, con características de fácil enriquecimiento. Es decir, existía una asimétrica confusión de roles y de confianza, tanto de comando, de unidades y de perfiles militares, según la doctrina asimétrica establecida por el ejército y el G2 cubanos. Cuenta de los cual han dado los grandes “expertos” surgidos del alma mater de la doctrina militar cubano-venezolana, que se complica asimétricamente con las vetustas teorías de la OTAN y la herencia del Pacto de Varsovia.
Quien lo iba a creer, al menos quien escribe, veterano de estas vetustas doctrinas aprendidas en las escuelas de estado mayor del ejército de USA y de Venezuela, y comprometido en la creación de la doctrina que hizo militar la operatividad de la Guardia Nacional en su rol del “mantenimiento del orden interno” en las operaciones militares venezolanas, bien asimétricas por cierto, surgidas a partir de la creación de su Escuela Superior en la década de los 70’, mucho antes de que nuestra “alma mater” la Simón Bolívar, que supuestamente va a graduar la promoción Fidel Castro, entrara en las nuevas teorías, hoy vetustas, pero que dieron el “título” y la especialidad a los que hoy fungen de asesores en el recién creado “centro estratégico par la guerra asimétrica”
¿Un TO en Guayana? ¿Para qué? ¿Cuál es su frente y cual su retaguardia y hacia donde apunta el enemigo? Los teatros de operaciones son organizaciones de campaña creados en la doctrina OTAN, la que está siendo desechada en nuestros centros de educación militar. Y, según aprendimos en el manejo de estas organizaciones, no juega ningún espacio las reservas formadas como milicias, sino las que se apartan del empeño en operaciones, para el reemplazo y refrescamiento de las tropas que han sido empeñadas o diezmadas. Al menos así lo aprendimos de los creadores de la doctrina. No sabemos si existe una nueva creada por los inventores de la “asimetría” y la fanfarria de los “conflictos de cuarta generación” ¡Que invento!
Ejercimos el comando durante siete años antes y después de creado el CR8 y siempre la lucha fue férrea por el ejercicio del mando en el poder militar en la zona. Antes difícil con la sola existencia de un destacamento de la GN, el 78, transformado durante nuestro comando en el 88, para adaptarlo al nuevo Comando Regional 8. Posteriormente aparece la Base Aérea en Puerto Ordaz, bien alejada por su radio de acción para operar los Canberra y más tarde la Base o Apostadero Naval en Ciudad Bolívar. Entonces era incipiente el CR8, cuya jurisdicción para el ejercicio institucional era difícil, sin embargo el Comando General de la Fuerza le asignó unidades aéreas par facilitar el control de comando.
Durante muchos años el principal problema fue el laboral, por cuanto las empresas del hierro y del aluminio, que eran del Estado, eran vistas por los “comunistas” de entonces, como los centros de explotación de un patrono férreo. ¡Habráse visto¡, comunistas o mejor dicho, socialistas luchando contra el propio Estado. Pareciera una contradicción. Hay personajes que pueden dar fe de esto, uno que fue gobernador y hoy es diputado, otro que es director de un diario capitalino, entre otros.
La situación se agravó para la GN, cuando luego del fracaso de las unidades del Ejército (VI División de Selva) que operaban la seguridad, vigilancia y operación en el bum minero de El Guaniamo, tiene que asumir la Fuerza el reemplazo de estas unidades. Debemos recordar que a partir de 1960, la explotación minera había adquirido características y dimensiones peligrosas para el medio ambiente y para la seguridad de la zona, porque desde entonces se dispersaron en ella unos 15 mil mineros que utilizaban maquinarias y equipos de gran poder destructivo. Estos mineros se ubicaron en las cuencas de los ríos Caroní, Paragua, Carrao y en las cuencas de los ríos Cuchivero, Guaniamo y Quebrada Grande y mas tarde en San Salvador de Paúl, estimándose una comunidad, entre mineros, comerciantes, vagos y maleantes, vividores, proxenetas, prostitutas y traficantes de droga de unas 30.000 personas.
El denominador común fue siempre la corrupción, iniciado con las unidades del Ejército y luego controlado dentro de la GN mediante una férrea acción de comando, hábilmente supervisado por la Inspectoría y el Comando General de la Fuerza. Pero en ningún momento se le ocurrió a comando o unidad alguna del Ejército, hacer lo que hoy está haciendo, utilizando subterfugios como el de crear un TO en la zona, a mas de 500 kilómetros de la frontera. Esto no es más que una aberración que puede traer graves consecuencias, tanto en ámbito militar como en el político. No puede esto justificarse como acción de gobierno. Da risa la actitud del Contralor General de la República, quien como pescador en río revuelto quiere justificar su inacción controlando lo incontrolables, como si no existiera mas corrupción en este Estado “revolucionario” Esta acción antidemocrática no tiene nombre.