Artículos de fe
La ofensiva propagandística del Presidente Chávez en Europa, no levanta todo el polvo mediático del consabido camino populista. Otros los han recorrido intensamente y con mayor éxito, despertando inquietud en los centros de poder, mientras –cual peón de un inmenso tablero desconocido- el jefe de Estado venezolano no logra licenciarse como uno de los líderes del mundo en (constante) transformación, a pesar de los cuantiosos aportes realizados desde el campo petrolero, el único evidentemente atractivo.
Reeditados los viejos prejuicios, apenas se asoma el viajero como una excentricidad, lamentable, y lo es porque –ciertamente- constituye un serio problema para una sociedad que, como la venezolana, busca todavía explicarse así misma, intentando un futuro de libertad, democracia y equidad. Grupos de la más diversa índole, quizás rezagados y minoritarios, ofrecen los escenarios disponibles para recibirlo y afianzar la múltiple creencia en una salvación histórica, según el canón que los inspire: unos más y otros menos, el marxismo sugiere una respuesta que no hallan en el gigantesco disparate de la postmodernidad.
Descontentos en un continente que cada vez se integra más, con las contradicciones y sinsabores que igualmente reporta, dicen del propósito antiimperialista como una novedad a la que incorporan todos los fantasmas que un buen día de 1492, depositaron en este lado del mundo. No obstante, como dirá algún avispado cronista, en el ámbito (retórico) de sus estremecimientos (espirituales), es poco lo que pueden percibir tan distanciados geográfica y vitalmente de Venezuela.
Ha reiterado el Presidente Chávez sus consignas socialistas, sin definirlas o, en todo caso, cuidando de no hacerlo. Una y otras punzadas de vaguedades, pretenden exhibirlo como un adalid de las corrientes vanguardistas del mundo político, si cabe la expresión, ayudado por muletillas, verbos, adjetivos y adverbios que nada más enuncian la salvación de la humanidad, una centuria diferente para el socialismo que una vez fue demasiado real, en el cortejo discursivo de sus extravíos ideológicos, descalificando el oficio profético.
Reiteración que va modelando los artículos de una fe sin esperanza: en nuestro país, los seguidores del oficialismo creen ciegamente, aunque no lo esperan en el fondo de sus convicciones, en una inminente invasión estadounidense o en la realización efectiva de una sociedad justa. Y, como si no hubiese habido provocación alguna, la supuesta y alevosa agresión de otras potencias –preferiblemente, superpotencias- sirve y servirá de pretexto para un gobierno que, como el nuestro, ha roto todas las marcas de ineficacia, corrupción y cinismo.
Lo peor es que hay demasiado escepticismo en los logros efectivos del régimen que aún logra compensar una fe prefabricada, con olor a laboratorio psico-social, impidiendo un acercamiento a las otras opciones políticas e ideológicas que reclaman con tanta o más vehemencia la transformación del mundo recibido, exponiendo y –algunas veces- vivenciando principios y valores inexplicables para el galopante desaprendizaje cívico. Nos referimos al fulano o al zutano que, desempleado después de 1999 o 2000, por el cierre de una empresa que no soportó las condiciones imperantes del país, consiente que su situación se debe a las diabólicas ocurrencias de un clan conspirador y bebe de la enfermiza y continua versión que le da el canal 8, al cual accede por una conexión robada del cable o de la antena que antes pudo pagar holgadamente: no espera una solución a su problema, porque el imperialismo lo ha convertido también un asunto personal con él, y tampoco se atreve a beneficiar con la duda las otras ofertas que puedan brindarle, en el terreno de las ideas y expectativas.
Luego, no se trata únicamente de presentar un programa y una candidatura presidencial de la oposición tan gigantescamente atractiva como para obtener una victoria rápida y aplastante a pesar de las trampas electorales, pues, en días pasados, escuché radialmente a un muy presunto opositor que inculpó a la oposición por los desastres comiciales desde el proceso revocatorio, sin decir una sola palabra ni colocar un solo acento respecto a las responsabilidades de un régimen que –evidentemente- no desea entender. Y es que tampoco nos obsequió con la piedra filosofal, insistiendo que la oposición no ha presentado candidato y programa avasallador, olvidando que es el gobierno ha puesto lo suyo, atropellándonos inclemente.
Sospechamos que las incursiones napoleónicas del mandatario nacional no intimidan a esta suerte de opositores que –esta vez- cultivan una esperanza, sin revelación alguna. Empero, hay un problema en lo que concierne a esas incursiones: no hay Código Civil alguno que regar, mientras avanza la pólvora mediática.
II.- Enunciados
Continúan los remiendos legislativos, siendo el más importante el de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional. Quizá haya otro, político y técnico, sobre la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión: para afianzar el control sobre los medios privados y reordenar el texto vigente, pues, las circunstancias de haber enfrentado a la oposición, en el pasado período, hizo que la Asamblea Nacional redujera a pocos artículos aquellos que superaban la centena en los proyectos originales (CONATEL/Barreto)…En su «Breve curso de la política» (Sal Terrae, Bilbao, 1994), refirió Ennio Pintacuda: «El temor de que la política haya llegado a su fin se manifiesta siempre que se agota un modelo de sociedad y no se logre entrever un nuevo proyecto al que referirse que es preciso realizar», agregando que «la política es e eterno presente de la historia». ¿Ocurrió con la insuperada debacle del modelo de desarrollo a partir de los ochenta?….Por fortuna, un comprador se llevó todos los volúmenes de la serie de artículos de Luis Beltrán Guerrero, increíblemente autografiados. LLegó antes que el suscrito al puesto de remate del puente de la avenida Fuerzas Armadas, adquiriéndolos a un precio irrisorio….Hay referentes urbanos que distraídamente desaparecen. Inevitable, tratándose de una propiedad privada, la escuela de artes marciales «Marcelo Planchart» dio paso a otra edificación y letrero, cerca de Paseo Las Mercedes. Sin embargo, un espacio público, la farmacia de siempre cerró sus puertas debajo del Centro Simón Bolívar. ¿Será que ilegalmente funcionó ahí por décadas o perdió la concesión?. No, el ministerio de Cultura tomó el lugar para remodelarlo: ahora es el camino de acceso al ente, clausurada la puerta de la que naturalmente se servía, a un paso de los ascensores.¿Fue necesario el gasto, por qué del empleo de materiales que siete años atrás hubiese dado ocasión para el consabido discurso contra el lujo gubernamental ?. … Orlando Ochoa aseguró, en un programa de televisión, que al país entran trimestralmente $ 12 mil 500 millones y las importaciones alcanzan $ 2 mil millones. Hemerográfica: «En cuarenta años hemos salido de Arica y estamos en los umbrales de Europa, pero somos el país políticamente más avanzado del hemisferio mestizo y moreno. Tenemos una democracia que supera al culto Chile de otra época, a la envidiada Argentina peronista, al suizo Uruguay del pretérito, al México famoso de 40 años atrás y a la académica Colombia….» (Rodolfo J. Cárdenas, revista «Resumen», Caracas, Nr. 62 del 12/01/75). Por cierto, desavisados, conozco de quienes insisten en aprender de la España actual, imitando artificiosamente del Partido Popular, que es aprender de nosotros mismos, pues, en buen medida, en los difíciles años de la transición, Iberia se sirvió de nuestro ejemplo. No todo era malo….