Aquelarre en el Sur
¡Llegaron los diablos del Norte! Cada uno a sus anchas en su respectiva carroza infernal. Uno dice ser el Fuerza No 1, el otro dice que no, que la Fuerza No 1 es él. Chequera en mano llegaron los dos diablos norteños con las alforjas llenas de promesas y tentaciones a granel, en busca de un Fausto americano a quien comprarle el alma.
Aquelarre en las pampas habrá este fin de semana, y de los buenos será. Ya están los dos diablos armando su infernal festejo para promover y proclamar, cada uno a su manera, el mal: uno disfrazado de rojo, el otro de flux marino azul. Dios y que está asustado, porque desde la Creación no veía tanto demonio suelto. ¡Va de retro! Se escucha en las alturas.
Se parecen tanto los dos diablos del Norte que, a fuerza de diferenciarse terminaron, siendo iguales en actitudes y conductas:
– Los dos se arman hasta los dientes para defender la paz.
– Ambos luchan contra las tiranías, pero los protegen los tiranos. A uno los del Pentágono, al otro el del Caribe.
– Uno levanta un muro de concreto para excluir a sus vecinos, el otro uno de insultos para excluir a sus ciudadanos.
– Uno defiende la democracia participativa, el otro la representativa, pero los dos gobernarían más felices sin oposición alguna,
– Uno ofrece gas, el otro demanda etanol.
– Uno promueve el ALCA, el otro oferta el ALBA, los dos carentes de alma.
– Los dos juran por la cruz, en blasfemia permanente dice un Arzobispo del Sur.
– Uno ignora al otro, pero ambos viven pendientes de lo que hace y dice el contrario.
– Los dos son vaqueros camorreros, uno del llano de acá, otro de las llanuras de allá.
Sorprendidos los dignatarios visitados se preguntan acerca de lo que van a hacer con tanta oferta y tanto diablo junto y en competencia:
– Néstor dice ¿Cuánto hay pa’ eso?
– Tabaré declara que cree en el bien, pero cree también que el mal es necesario.
– Alvaro dice que ¡pobre de él! convive con demasiados demonios en su país para estar también pendiente de los de afuera.
– Calderón certifica que toda la vida su país ha convivido con el diablo más diablo de los diablos.
– Su vecino maya no opina.
– Luis Fernando, recuerda a sus colegas:” más sabe el diablo por viejo que por diablo”, y en el más práctico portuñol sentencia: “Eu nunca e sido monosatanista.”