Aproximación indirecta contra una Ley
, hay que adentrarse en el complejo y vasto mundo del arte de la estrategia. No de otra manera se puede comprender y diagnosticar las acciones que ha emprendido el Héroe del Museo Militar, y las que de seguro ejecutará.
El Arte de la Guerra nos conduce hacia el conocimiento de 36 estrategias agrupadas en seis escenarios, cada uno con seis estrategias específicas. Y es allí donde salta a la vista y la comprensión del lector la estrategia que actualmente ejecuta el Prócer de Sabaneta, aunque cuando las estudió en la Academia Militar no las comprendió muy bien: Aprobó la materia con 11.
Se trata de una estrategia de ataque, que en la china milenaria llamaban Da cao jing she (Golpear la hierba para asustar a la serpiente) en los que se utiliza, indistintamente los enfoques directos e indirectos. Es la estrategia en la que se realizan ataques frontales, pero por mampuesto se ejecuta la verdadera acción nociva. Es la estrategia del conocido ‘trapo rojo’, de los ‘globos de ensayo’, una estrategia que Liddell Hart llamó la estrategia de la aproximación indirecta.
La aproximación indirecta propone el uso de acciones paradójicas intentando una acción según la línea de menor expectativa, que producirá el colapso del enemigo. Una distracción que corte la libertad de acción del enemigo, como un ataque efectuado sobre la retaguardia o en sus líneas de comunicaciones o por efecto de un señuelo en donde se lo induzca a un movimiento en falso, que puede producirle un desbalance temporal.
Los ataques a los medios, los desplantes del Presidente y las agresiones públicas a los periodistas son el ‘trapo rojo’, la distracción que está reduciendo la maniobra de los periodistas hacia un enfoque, mientras que se efectúa el verdadero ataque por el costado más débil: El desmontaje en la Asamblea Nacional de la Ley que le da sustento a la actividad del periodista. El flanco débil del ejercicio del periodismo como profesión es, paradójicamente, su Ley, porque está sujeta a cambios, e incluso a una derogación, por parte de una Asamblea Nacional que responde dócilmente a la mínima insinuación que lanza El Innombrable como locatario del Palacio de Misia Jacinta.
Se trata, nada más ni nada menos que una aproximación indirecta contra una Ley, cuyo resultado está por verse en los próximos días. Las autoridades del Colegio Nacional de Periodistas deben reaccionar a tiempo para emprender acciones que neutralicen esa estrategia, pues mientras se embiste al trapo rojo del ataque a los medios y la imposibilidad de la cobertura noticiosa de las fuentes públicas, la señora Desiré Santos Amaral y otros colegiados ‘rojitos’ los están montando en la olla de una nueva Ley que hará imposible e inviable que los periodistas ejerzan su profesión en los actuales términos.
