Opinión Nacional

Apáguese la luz

La exhibición de Chávez ordenando expropiaciones de los inmuebles de la plaza Bolívar caraqueña pasará a la pequeña historia del régimen como prueba de su piratería. Piratería por aplicación de técnicas de rapiña, por aprovechamiento del clima de indefensión en que estamos todos los venezolanos ante los caprichos de quien acaba de celebrar con todo fasto militar un intento de golpe de Estado.

Con expresiones que recuerdan las órdenes reales de hace trescientos años (“¡Exprópiese!”), Chávez hacía alarde de la otra acepción que entre nosotros tiene la palabra piratería. La medida se tomaba en medio de la mayor improvisación, sin estudio previo, ni proyecto alguno. Sólo estaba de por medio la “ocurrencia” del insomne locutor.

Jorge Rodríguez, presa de su resentimiento y agradecimiento eterno a quien lo sacó de su oscuro consultorio psiquiátrico, asentía como Alcalde del municipio Libertador a una orden presidencial, y se saltaba así la autonomía del poder municipal. De tal obsecuencia y abuso no hay noticia ni siquiera en los años de Gómez o Pérez Jiménez. Las formas se guardaban y los concejales de entonces no eran tan peleles como el ex Vicepresidente y tramoyero de Smartmatic.

Es tanta la piratería, que hasta uno de los inmuebles que se pretende expropiar pertenece al mismo Estado venezolano. El edificio La Francia, asiento de varios negocios de joyería, pertenece a la Universidad de Oriente. ¿Jorgito sabía eso? ¿Es legítimo que se quiera  despojar a una universidad de un inmueble que le representa ciertos ingresos, en medio de la crisis presupuestaria que la aqueja?

Este hecho, que pudimos ver todos en pleno show dominical, habla de la esencia del chavismo en el poder. Es un grupo que desprecia el conocimiento, la planificación y la ordenada ejecución de proyectos para darle prioridad al voluntarismo infantil y caprichoso del jefe.

En todos los aspectos de la vida nacional, el régimen ha sucumbido a su ineficiencia sin par. Es absurdo que haya quien diga que el desastre del país forma parte de un plan deliberado. No, no es así. Lo que sucede es que si a la cabeza del Estado y el gobierno está alguien como Chávez y éste se rodea de otros ignorantes e incapaces, los resultados tendrían que ser los que sufrimos todos los venezolanos.

La piratería del desgobierno fue la que nos trajo la crisis del sistema eléctrico nacional. Mientras escribo esto, no hay luz en mi casa. De acuerdo al nuevo plan de racionamiento (impuesto después de las continuas protestas de los merideños que arrojaron el triste saldo de dos estudiantes muertos y cuantiosos destrozos de la propiedad privada) en este sector no hay servicio eléctrico de 6 a 8 de la noche. Y al alto gobierno (como les gusta llamarse) no se le ocurre otra cosa  que jugar softball. Según el radio a pilas que oigo, Chávez se divierte jugando con peloteros y ex grandeligas que no han podido negarse a su capricho. Por supuesto, el encuentro se realiza en el Fuerte Tiuna con el mayor derroche de energía eléctrica.

Los ministros piratas no han podido decirle a Chávez que tal juego es un contrasentido en medio de un racionamiento eléctrico. Que tal divertimento presidencial constituye un golpe más a todos los venezolanos a quienes diariamente les niegan el servicio de luz. Los piratas que han tenido en sus manos los ministerios de Energía y Planificación siguen en sus puestos. Los mismos responsables de la situación actual: Alí Rodríguez, Rafael Ramírez y Jorge Giordani, ¿podrán resolver la crisis que no evitaron?

En las discusiones de cafetín, siempre sale algún ingenuo a decir que al lado de las críticas hay que presentar soluciones. Pues ahí va una, que no resolverá el problema pero que sería  el imprescindible  paso inicial:

¡Renuncien piratas!

 

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba