Antonio Ledezma, próximo Alcalde Mayor
Años de años observando el ritmo de la vida política venezolana y de seguimiento a las emergencias de grandes líderes y de sus posteriores caídas en los abismos me han llevado al convencimiento de que los puntos de diferencia que recién empezada la campaña le ha sacado Antonio Ledezma a Aristóbulo Istúriz se irán ampliando hasta convertir su victoria en un hecho incontrovertible. E inevitable. Antonio Ledezma será el próximo alcalde mayor.
Por ahora le lleva tres puntos de ventaja. Resultado obtenido en una encuesta privada y de uso confidencial. Refuerza la percepción de que los candidatos del chavismo no logran remontar el vuelo y de que Hugo Chávez, antes que servir de plataforma de lanzamiento invencible se está convirtiendo en un grave factor de perturbación de las aspiraciones del PSUV y los candidatos que presenta a lo largo y ancho del país. Mejor harían los candidatos del chavismo fieles o disidentes, con autonomía de vuelo o meros cascarones vacíos en distanciarse del teniente coronel y apostar con entereza y valentía a sus propias fuerzas. Que los hay y las tienen, con la excepción de chatarras políticas sin ningún arrastre, como William Lara o Mario Silva.
Esa es la gran, la gigantesca diferencia entre los candidatos opositores y los del régimen. Mientras aquellos se deben a su propio esfuerzo y cuentan con sus propios respaldos, como lo demostrara César Pérez Vivas en Táchira y lo están demostrando Salas Feo en Carabobo y Andrés Velásquez en Bolívar, por mencionar sólo unos ejemplos, los candidatos del presidente de la república son, en su gran mayoría, fantasmas de postín, meros lacayos del Teniente Coronel, pavos inflados por los medios oficialistas y las finanzas de PDVSA. De correr solos, no llegan a la esquina.
Pero el caso de Antonio Ledezma, que nos ocupa, es el más significativo y su triunfo tendrá efectos demoledores sobre el futuro del chavismo. Como dirigente político sólo se debe a sí mismo. No le debe nada a nadie. Ha asumido su papel de dirigente opositor con hidalguía y coraje, sin desfallecer en los momentos más difíciles de esta larga lucha por la democracia. Ha estado en la calle sin faltar un solo día, sin importar cuántos le seguían y cuántos le atacaban. Tiene un sólido curriculum y una hoja de vida limpia e inmaculada.
Su contrincante, en cambio, ha saltado todas las talanqueras, ha pertenecido a todos los partidos y se ha inscrito en todas las movidas. Después de distanciarse de Chávez y acusarlo de haberse fumado una limpia, se le arrodilló a cambio de jugosas canonjías. Se dice que al asumir el ministerio de educación y pasarle el contrato de seguro del más grande y populoso ministerio de América Latina a Seguros Banvalor, propiedad de capitostes del régimen pertenecientes a la boliburguesía, se habría llevado una gigantesca tajada en comisiones para él y los suyos. Miles de miles de millones.
Ledezma ni tiene rabo de paja ni es corresponsable de los peores latrocinios cometidos en la Alcaldía Mayor y sus alrededores. No carga el lastre de un chavismo corrupto, decadente e inescrupuloso. Y puede mirar al futuro con limpieza y hombría.
Será el próximo Alcalde Mayor.