Antonio Gramsci
“La conquista del poder cultural es previa
a la del poder político y esto se logra
mediante la acción concertada de los intelectuales
llamados “orgánicos” infiltrados en todos los medios
de comunicación, expresión y universitarios.”
Antonio Gramsci.
LA VOZ DE LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
Gramsci, político, pensador y escritor de una claridad ejemplar, es una de figuras clave de la cultura italiana del siglo XX. Su papel es fundamental para entender tanto las últimas transformaciones sociales como la influencia de los intelectuales en la revolución socialista.
Antonio Gramsci nació en Ales, Cagliari, el 22 de enero de 1891 y falleció en Roma el 27 de abril de 1937. Hijo de una familia muy humilde, cuando sólo contaba nueve años de edad su padre fue encarcelado, acusado de malversación de fondos, lo que agravó aún más la penuria de su familia. Sufrió una caída a los tres años de edad, que le causó un traumatismo con la producción de una deformación en su columna y la dificultad para un crecimiento físico normal. Siendo todavía niño tuvo que trabajar en una oficina para poder contribuir a la economía doméstica. Una beca le permitió estudiar en la Universidad de Turín, donde en 1915 se afilió al ala izquierda del socialismo, y debido a su intervención en la insurrección obrera de 1917 fue elegido secretario general de la Sección socialista.
Gramsci fundó L’Ordine Nuovo (1919) y L’Unitá, órgano de prensa del partido comunista, y dirigió la huelga general política de 1921 de la que surgió el partido comunista, fue uno de los fundadores de éste último y después se convirtió en 1924 en su secretario general. Diputado en la XXVII legislatura, fue detenido en 1926 y condenado a 20 años de cárcel, pero falleció once años después a causa de las malas condiciones de la prisión. Para escapar a la censura carcelaria llamó al marxismo “filosofía de la praxis”, que él entiende como la forma moderna y actual del humanismo destinada a ser la base del nuevo Estado. Pero la praxis no es solo acción, sino la forma en que el individuo está dentro de su mundo cultural.
La mayor parte de su producción como escritor se publicó póstumamente: Cartas desde la cárcel (1947), en las que reflexiona sobre temas filosóficos y políticos, y los seis volúmenes de 32 Cuadernos desde la cárcel, entre los que se incluyen: El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce (1947), Los intelectuales y la organización de la cultura (1949), Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno (1949), Literatura y vida nacional (1950) y Pasado y presente (1951). Los escritos de Gramsci han ejercido una gran influencia sobre el pensamiento político y filosófico del siglo XX. Y como decía el pensador italiano: “Un libro se lee por impulsos prácticos y se relee por razones artísticas. La emoción estética casi nunca se experimenta con la primera lectura”.