Ante nuevos porteñazos?
Las amenazantes y provocadoras declaraciones del Presidente, lanzadas en su último Programa dominical, confirma su decisión de torcer la volutad popular y de violar de la manera más descarada y peligrosa la Constitución Nacional. La toma de los puertos de los Estados en donde sus pueblos han elegido libremente a los candidatos demócratas, nos recuerda a los golpes frustrados contra la democracia, en los años sesenta. Los golpistas luchaban entonces desde afuera, contra el poder del Estado, contra la democracia, apoyados por La Habana. Esta vez el golpe viene desde adentro, desde el poder del Estado, con el mismo apoyo cubano, contra el poder soberano.
El abuso del poder ha llegado a su límite. Hugo Chávez destruye la democracia y acaba con las posibilidades de convivir y de coexistir en paz. Su último anuncio bélico, la toma de los puertos por la Armada y sus amenzas contra los Gobernadores y Alcaldes elegidos por el pueblo que se opongan a la acción militarizadora, es decir, que “se pongan cmicos”, es un golpe al estado de derecho, una violación flagrante de la Constitución Nacional, lo que no puede traer sino reacciones legítimas de todos los que rechazamos que un grupo de resentidos incendie el país, nos lo robe e imponga lo que se ha anunciado desde hace meses, un régimen totalitario que atropelle los derechos de los ciudadanos y su dignidad.
En las últimas semanas, después de su “pírrica” victoria del 15F y consciente de las dificultades que deberá enfrentar por la gravísima crisis internacional que azota las economías más sólidas del mundo, para la que decía estar blindado, engañando y burlándose una vez más de los venezolanos, Hugo Chavez plantea una nueva confrontacin. A sabiendas, además, de su impopularidad creciente; y, después de amenazar militarmente a Colombia, inicia un nuevo conflicto, esta vez interno, para provocar a los demócratas, a la sociedad civil y a los venezolanos en general, que no aceptarán una dictadura que aunque legtima en su origen, hoy es solamente un disfraz de demcoracia.
El Presidente se ha excedido en sus acciones, al desconocer expresamente la voluntad popular. Sus recientes declaraciones no se ubican en su extendido espacio de torpeza; por el contrario, responden a un diseño situacional para provocar, en nombre de “su democracia”, a los “opositores” u “oligarcas y golpistas”, hoy mayoría nacional, y luego aplastarlos, buscando legitimarse frente a un mundo que hoy lo cuestiona, a excepción de sus “semejantes”como Morales, Castro, Correa, Ortega, Zelaya y ahora Funes, sin dejar de mencionar a los beneficarios del proceso, como el “dualista” Lula quien ahora aboga por el venezolano y su revolución ante el Presidente Obama, ignorando deliberadamente la crítica situación política del país y los claros atentados contra la democracia y los venezolanos, es decir, los porteñazos del siglo XXI.
Los venezolanos parecieramos estar hoy acorralados y neutralizados por los atropellos del presuntuoso “amo” del país. Pero, Hugo Chávez se equivoca de nuevo. Sus excesos y provocaciones son muy peligrosos. Los venezolanos han demostrado ser pacíficos; han manifestado con las manos pintadas de blanco, sin armas y cantando, distintamente a como lo hacen los tarifados manifestantes rojos, armados y dispuestos a silenciar a quien se oponga, Puente Llaguno y la Piedrita ejemplos de su valentía. Pero no abandonarán su lucha por la libertad; simplemente, no se rendirán ante los intentos de ningún iluminado que trate de imponer un régimen totalitario o dictatorial. Es nuestro derecho protegido por la Constitución y las Leyes de la República, las mismas que violan Hugo Chávez y los representantes del régimen.
A los Gobernadores y Alcaldes demócratas sólo les queda defender sus posiciones, sus espacios, su legitimidad. Los millones de venezolanos que votamos por ellos los apoyamos en su lucha asimétrica contra un Estado prepotente e intolerante.