Opinión Nacional

Anorexia revolucionaria

“Política socialista es la ciencia que sirve para hipnotizar a la gente que sufre esas políticas y para que la gente no se preocupe de lo que le atañe.» – MCV

En verdad Venezuela si está viviendo una verdadera revolución. En todas ellas ocurren los siguientes fenómenos: desaparecen los alimentos más importantes de los anaqueles, se crea desabastecimiento, baja la producción agrícola (-7% en 2006), aumenta la inflación (36% en alimentos y 17% general), sube el desempleo creciendo, enormemente, el “empleo” informal (vendedores callejeros de todo lo que a usted se le ocurra: marihuana, cocaína, DVD’s, CD’s, zapatos, gorras, brassieres, cinturones, perros calientes, porquerías, más porquerías, etc.), taxistas moto taxistas, pasando por vendedores de pollitos pintados, vendedores de ilusiones y vendedores de rifas que luego desaparecen con el premio y los reales. Eso, obviamente es una revolución económica-social, pues hacía un lustro atrás casi no existía. A esto, los marxistas le llaman evolución o revolución permanente, diría un trostkista.

El informe de enero elaborado por el Banco Central de Venezuela, totalmente controlado por el Ejecutivo (como todas las instituciones venezolanas – no leyeron ni a Montesquieu ni a Rosseau, por lo tanto no entienden lo que es separación de poderes), determina que el indicador de ausencia, que precisa la cantidad de rubros que no se encontraban ni en el mostrador ni en inventario, es equivalente a 26,1% de la canasta de productos específicos que mes a mes miden los encuestadores del Instituto.

La canasta de bienes y servicios para el cálculo de la inflación consta de 287 rubros, de tal forma, que existe desabastecimiento en al menos 74 productos de alto consumo; entre ellos; azúcar, leche, pollo (aves en general), carne de res, la carne de cochino, sardinas enlatadas, aceite de girasol, arvejas, lavadoras, neveras, cocinas, frijoles empaquetados, caraotas negras, etc. Con significativos problemas de abastecimiento menciona, entre otros, a las maquinas de afeitar desechables, sal, queso blanco, mantequilla, carite, baterías para vehículos, partes y piezas de vehículos. Por otro lado, la Asociación de Farmacias denunció un desabastecimiento en un 46% de los medicamentos, en especial aquellos que usan personas de la tercera edad, lo cual, obviamente atenta en contra de los derechos humanos: el derecho a la salud y el derecho a la vida.

Por otro lado, quienes duden de la revolución y de que esta avanza viento en popa, sin que los venezolanos se den por enterados, tenemos declaraciones como éstas: “Los soldados están comprometidos con el socialismo del siglo XXI”. (Hugo Chávez el 4 de febrero 2007); “A mi me gusta la guerra”,(H.Ch.); “Cuando los comunistas hablamos de la supresión de la propiedad privada, es la de los medios de producción”,(Ministro Velásquez, ministro de participación y desarrollo);
“Si es conciencia política que un niño asuma que la construcción de la patria pasa por un modelo socialista, entonces hay que fortalecer la conciencia política de los niños y de los adolescentes”.(diputado del MVR Pedro Bastidas). (En otras palabras, hay que lavarle el cerebro a los niños).

El desabastecimiento obedece a erradas políticas, tales como control de cambios, lo cual demora las importaciones; otro de los factores que influye en el desabastecimiento es el control de precios, el cual regula a más de un 38% de los productos alimenticios. Ante esto el gobierno responde con evasivas o con inexactitudes diciendo que existe acaparamiento. La verdad es que no puede llamarse acaparamiento, por ejemplo, el que se haya encontrado 2 mil kilos de azúcar en una panadería, pues eso, evidentemente, es para el consumo de la fabricación de sus productos.

Por otro lado, la inseguridad pareciera nop tener límites. En Venezuela están asesinando a tanta gente como en Iraq pero, Venezuela no está en guerra. En menos de dos años, 124 dirigentes sindicales han sido asesinados por mafias sindicalistas oficialistas que luchan por el control de los contratos laborales. Solo en el estado Bolívar, han caído 74 dirigentes sindicales asesinados por sicarios. El gobierno es incapaz de controlar a la delincuencia organizada y, menos aún, al lumpen callejero que asesina por un par de zapatos o una bicicleta. Algunos analistas piensan que el descontrol podría ser parte de una política programada de tal manera que crea en la ciudadanía un estado de temor total y por otra parte se crea un virtual toque de queda. En la mayoría de los barrios venezolanos la movilización colectiva trabaja hasta las 8pm por temor a los asaltos.

Por otro lado, Estados Unidos, en nada ayuda a la oposición democrática con la guerra de micrófonos en contra de Venezuela. El país siente que hay intervención extranjera en sus asuntos aunque el mismo presidente Chávez interviene en donde le da la gana. Por ejemplo, hace unos días, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, quien ya ha calificado al presidente Hugo Chávez de una »influencia negativa» en la región, dijo que el gobernante ha puesto a Venezuela en »una transición negativa» que conduce a la destrucción económica y política del país. Esto, en lugar de debilitar al gobierno chavista lo que hace es aumentar el chauvinismo de una población que piensa que la patria es intocable aunque esté llena de funcionarios cubanos civiles y militares. El pueblo venezolano, al igual que la mayoría de los pueblos latinoamericanos, es terriblemente chauvinista y desayunan, almuerzan y cenan con patria, aunque las estanterías de los mercados estén vacías.

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