Amigos Invisibles
Tenia Arturo Úslar Pietri 30 años cuando, en Julio de 1936, en el caraqueño diario «Ahora» publico su articulo cuyo encabezado tenia la celebre frase «Sembrar el Petróleo»
«Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.»
Es evidente la declaración de la necesidad de una sana inversión de los recursos para generar riqueza. No la riqueza fácil sino la que se produce mediante le trabajo creador y en libertad.
De esa fecha a la nuestra han transcurrido 70 años y ese reproche está mas vigente que nunca pues se pretende mediante políticas populistas generadoras de pobreza perenne convertirnos en un pueblo parásito y rehén de quien lo adormece con escasas dadivas y derrocha la riqueza nacional en busca de adhesiones foráneas sin medir que procura en el exterior lo que se niega para el país.
Estamos sembrando el petróleo en el mar. A nuestros puertos llegan barcos repletos de productos y materias primas procedentes del extranjero que se enriquecen con nuestras necesidades de consumo en el marco de una agroindustria destruida por las nefastas políticas de confiscación y un parque industrial reducido a su mínima expresión.
Venezuela ha estado signada por gobiernos que han procurado un Estado interventor que mete sus manos improductivas en cuanta actividad existe.
Debemos luchar por un Estado limitado a las funciones inherentes a la seguridad ciudadana, ayuda a los discapacitados, educar a los jóvenes, igualar la riqueza material, incrementar y proteger los intereses de las generaciones venideras. Un sistema en que todo poder sea justificado a través de un diálogo entre seres libres y racionales ajena a todo uso de la fuerza para implantar ideales que es el peor error de la visión marxista.
Debemos, sin demagogia oportunista, acoger como verdadera consigna para el desarrollo nacional sembrar el petróleo y detener el manirrotismo y la corrupción que han mermado las posibilidades de un desarrollo autónomo y sostenido que nos permita ser un país auto abastecido de los bienes y servicios que nos son necesarios para mantener decentes niveles de vida.
El pensamiento de Úslar Pietri nos impulsa a ir por la calle del medio para alcanzar el bienestar colectivo en libertad, enfrentando el populismo marxistoide y al desmovilizador abstencionismo. Nos da ánimo para trabajar por la organización del pueblo democrático mediante su participación en unas elecciones primarias que generen un liderazgo nacional legitimado que nos permita lograr el éxito en los retos que tenemos planteados.