Amigo Parra
Por más que intento, no puedo comprender cómo Ud. se empeña en quedarse
donde es malquerido. Pero quiero llegar a un acuerdo. Entiendo que el sueldo
del Presidente de nuestra PDVSA – énfasis en «nuestra» – gira en torno a los
15 millones de bolivarianos mensuales, devaluados es cierto, pero muchos y
pesados. Me dicen además que por esos «errores de los duendes de las
nóminas», un tanto lentejos ellos en arreglar entuertos, Ud. sigue
recibiendo un sueldo de unos 8 milloncejos por parte del BCV. Eso, claro
está, no me consta, y de una vez le pido comprenda que el nuestro es un país
donde lo referente a los dineros públicos es un secreto mejor guardado que
la fórmula de la Coca-Cola. Pero en cualquier caso, sean salarios de ambas
fuentes, para un total de 23 millones mensuales, o apenas los 15 como
malquerido y no deseado Presi de nuestra PDVSA, yo le propongo un trato.
De seguro está Ud. al tanto que el sistema de hogares de cuidado diario está
pasando más trabajo que el Perro de El Fugitivo, y que muchísimas mujeres,
de esas bien «soberanas», dependen de esa ayuda para poder ir a trabajar
cada día, y ganarse algunos muy devaluados churupitos con los cuales
sufragar la carísima cesta alimentaria. Yo le propongo mi silencio, a cambio
de un millón de bs. mensuales que Ud. gentilmente done a un hogar de cuidado
diario. No es tanto; apenas 1/15 de lo que le paga nuestra PDVSA, o 1/23 de
ese gran total, si acaso aún le arriman desde el BCV. En contraprestación,
yo hago chitón. No escribo ni digo que Ud. usa ascensores privados dentro de
las instalaciones de nuestra PDVSA, para evitar cruzarse con los empleados y
zafarse así de tenedorazos y demás manifestaciones de corporativo rechazo.
Mantengo mi boca cerrada y no insisto en que Ud. es un paracaidista que
carece de las credenciales requeridas para un cargo de tal trascendencia y
envergadura. No comento que además es por diseño antipaticón, y que no hay
en su personalidad algo que compense lo astringente de su carácter y lo
agrio de su verbo. Tampoco diré el hecho de que Ud. carece del estilo
cosmopolita que exige la dirección de una gigantesca corporación que opera
con éxito en un mundo afortunadamente globalizado.
Un millón mensual. No es tanto pedir a su abultada chequera, y hará sin
embargo una enorme diferencia a ese hogar de cuidado diario en Catia,
abandonado a su suerte, para desgracia de las Casildas que tanto lo
necesitan. La oferta no incluye silencio respecto a su «pana» Mendoza
Potellá, ni los ministros Iglesias y Rodríguez Chacín, quienes por cierto
cada vez que declaran o actúan lo hunden a Ud. más y más. Mi silencio sobre
ellos costaría otros 3 millones, para compensar las penurias de otros 3
hogares de cuidado diario.
Acepte, amigo Parra. Diga que sí, y yo no digo que ñángara + 23 millones =
oligarca.