¿Ahora qué?
Desde el “…estoy ansioso de anunciar el regreso del Presidente” (Ministro de Información dixit) y “en los próximos días” de tantos otros voceros oficiales, con el agregado de la fisioterapia anunciada por Evo Morales, todo ello hasta el lunes 21 de enero, saltamos al coro «no hay apuro” “no hay fecha”, al despuntar el martes 22.
¿Por qué? La opacidad propicia el múltiple dibujo libre pero entre líneas escucho gritos notificando que, una vez más, el mito de la medicina cubana provocó nuevos o recurrentes estragos en el paciente, haciendo fallar las estimaciones para que viniera a enmendar el innecesario embrollo en que, a partir del 10 de enero, se metió el castrocomunismo nativo, incluido su destacado componente corsario en el Poder Judicial, y que se profundiza con el transcurrir de los días.
El miércoles 23 hubo anuncio oficial de despegue nocturno para La Habana, hoy tristemente asiento del Poder Público de la República, por parte del Vicepresidente Maduro y el superpoderoso cajero principal Ramírez. El novísimo Canciller ya se encuentra en el sitio.
La inexistencia de un Presidente activo o de un Encargado con las formalidades constitucionales, impuso a la piratería actuante en el Poder Ejecutivo, incrementar la chapucería para no paralizar la República. Desde luego que eso tiene límites involuntarios. Por ejemplo, la concreción de cualquier negociación con China o emisión de bonos a negociarse en el ámbito internacional no pasará en tales condiciones. De allí que la inquietud ha comenzado a rozar a aliados y beneficiarios internacionales tales como el gobierno y empresarios de Brasil. También los devotos locales del Presidente estarían o podrían comenzar a ejercer presión. Y cuidado con la capacidad y naturaleza violenta de los llamados colectivos, los cuales fueron bien armados precisamente por el castrocomunismo nativo en el poder.
Luce que ahora aún más que antes, es determinante la evaluación médica del paciente complementada, por supuesto, con la interpretación y consecuentes instrucciones de los amos castrocomunistas a sus encumbrados vasallos cuya patria de nacimiento es nuestra Venezuela.
Si feneció o se hizo remota una mejoría transitoria suficiente para que el paciente venga a remendar el embrollo, las decisiones se hacen acuciantes. Si aún vislumbran la posibilidad de parapetearlo a corto plazo, no es descartable que la megalomanía del electo prefiera permanecer presidente hasta su último suspiro, a cualquier precio. En esa hipótesis, optarían por continuar la estafa en lugar de anunciar alguna definitoria de la situación y parece probable que aparezcan sendos decretos habaneros con supuesta firma presidencial. Tal vez alguno de delegación de funciones, más sustancial. Esto sería convertirse, voluntariamente, en violadores cotidianos de la Constitución pero no es algo que les importe.
Da la impresión de que Elías Jaua preparó el terreno, al comunicar en su cuenta twtter, según reseña de prensa: «Compatriotas, saliendo de la reunión con nuestro Presidente Comandante Hugo Chávez. Compartimos bromas y reímos». “El presidente Chávez «tomó decisiones sobre nuestra participación en la Cumbre de la CELAC”
Por supuesto que resulta indigerible que el Presidente haga todo eso y no envíe a sus fanáticos el más breve mensajito ni oral ni escrito. Pero así de farsantes son los castrocomunistas.
El caso es que por diferentes motivaciones, el castrocomunismo originario, el castrocomunismo nativo y la familia coinciden en querer traerse al paciente pero la realidad es terca ¿Lo permitirá su verdadero estado de salud?
La incertidumbre sigue siendo el rasgo preponderante pero un rostro electoral asoma nítido en el horizonte cercano. El Vicepresidente continuado está en campaña y nuestro candidato ¿Qué espera para comenzarla?