Ahora es cuando Izarra tiene para carcajearse
De algo puede estar seguro el ilustre comunicador revolucionario, Andrés Izarra: mientras la revolución avance y mientras los funcionarios del proceso se acerquen a la perfección, tendrá muchas razones para reir. Es más, no solamente reir. En algunos casos puede llegar a la histeria y hasta perder el control en medio de las carcajadas socialistas.
El episodio de la jugadora de pelota de Hong Kong, en el marco del Mundial de Beisbol Femenino, quien recibió un tiro de esos que llaman perdidos en plena carrera de una base a otra y dentro de las instalaciones militares de Fuerte Tiuna, puede ser para Izarra un hecho de esos que lo llevarán al piso en medio de un ataque de risa. Pero, si le agregamos la aclaratoria institucional del Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Elías Jaua, la cosa se pone peligrosa. Izarra, y todo el mundo, pueden terminar hospitalizados de tanta carcajada. Jaua, en su breve intervención pública, demostró que su discurso está hecho solamente para hablar de líneas comunistas, expropiaciones y alabanzas a Fidel Castro y, claro está, a micomandantepresidente. Hasta ahí. Pero para tratar de informar con serenidad sobre un hecho que denota graves fallas dentro de las instalaciones militares, apenas se le ocurrió decir que se trataba de una «bala fría»; es decir, de un golfeado o una arepa de carne mechada, lo que perforó la humanidad de la atleta china. Y por si fuera poco, el representante de Marx en la tierra, le agregó como todo un Roy Chaderton en la OEA, que la «bala fría» no fue prevista. Menos mal. Eso nos hubiera preocupado más. Como sea este viernes fue prolífico en situaciones risibles para Izarra. Sin duda, todavía a esta hora estará ahogado de risa. Pero hay más.
Sin duda, más allá de este viernes, Andrés Izarra, se puede reventar el ombligo si le presta atención a estos hechos no tan revolucionarios, pero sí efecto directo de la revolución pirata. Asaltaron a 80 niños de plan vacacional que iban para Higuerote. Nada más y nada menos que niños. Unos malandros emboscan el autobús y sin ninguna moral marxista de por medio, a pesar de casi 12 años de adoctrinamiento serio y responsable, a mano armada les quitan las loncheras, los bolsos y hasta los juguetes que cargaban. Si la cultura revolucionaria es capaz de construir este tipo de aberraciones cuando, según el líder intergaláctico esto apenas comienza, habrá que prepararse para cuando Chávez tenga 50 años en el poder. Aquí, de ser así, habrá atracos masivos hasta en los retenes de los recién nacidos de las maternidades para robarles hasta los escarpines. Claro que, hay que imaginarlo, cuando Izarra se enteró de esto no pudio contenerse y dejó salir una estruendosa carcajada socialista.
En este mismo viernes negro del socialismo del siglo XXI, en Tucacas, un pueblo en el que hasta los zancudos se aburren, en el que los años pasaron de la cuarta a la quinta sin que se haya movido una piedra, unos malandros secuestran en su casa al cronista del pueblo, quien escribía en la computadora -una de las pocas que hay por esos lados- aprovechando que había luz y, de repente unos criminales, tras recorrer la calle en bicicleta, se meten en la casa del escritor y lo atracan. Su esposa, presidenta del Ateneo, se queda afuera y cuando intenta entrar a su casa es recibida por uno de los choros. Como algo nuevo, el cronista de Tucacas descubrió que «los malandros están entrando en las casas». Ríete Izarra. No pares hasta que las piernas tiemblen. Momentos como estos no hay que desaprovecharlos. Divertirse en parte de la vida del hombre, así sea comunista.
Hace unos días un ciudadano y su pareja se van a una pizzería del centro comercial La Villa, en Montalbán. Unos delincuentes le disparan al propietario de una camioneta para robársela. La bala, que en este caso no fue fría, se metió por el cuello de la víctima y lo mató. Izarra, no se si te atreves a reirte, pero si lo haces procura que no sea en CNN.
Y no es que a los comunistas y próceres del proceso no les pase. A cada rato se sabe que o los atracan, o intentan quitarles el carro, o les secuestran a las esposas, cuando las damas no están en Miami o París. De hecho muchas de las parejas de los más importantes y habladores próceres ni siquiera viven aquí. Hasta se van a parir al imperio. Es como el diputado hablador que fue pillado hace poco en Orlando disfrazado de turista de los años 70. Pantalones cortos y anchos, pero a tiro de rodillas. Medias blancas altas a media pantorrilla y zapatos deportivos de marca preferiblemente blancos. Y, para completar la facha, un koala gordo a la cintura. Centro comercial de por medio en pleno imperio, pero aquí se derrite de tanto hablar de comunismo y contra los lujos y gastos innecesarios. Es el mismo doble discurso. Esconden la criminalidad, mientras les atracan hasta a las abuelas. Se enferman y se vana morir o a que los salven en clínicas privadas. Nunca en los ranchos atendidos por cubanos. Y de colegios y universidades ni se hable. Eso es para los niños y jóvenes revolucionarios pan comido. Una institución privada y cara es lo que sale. ¿Acaso los próceres comunistas no saben lo mal que anda el aparato educativo público? Claro que saben. Y cuántos tienen a sus chamos revolucionarios estudiando fuera. Más de los que se pueda creer.
Así que si a ver vamos Izarra tiene mucho material para reír. Que no se ahogue. De hecho, los máximos líderes lo hacen a cada rato. El discurso mismo es una burla constante. Se burlan hasta en cadena.