Afinidad con los principios democráticos
Cuatro millones de venezolanos, sus familiares y amigos escucharon, leyeron o se enteraron incrédulos que, el Presidente Chávez, había anunciado – desde el gabinete móvil en ciudad Guayana- el fin de las represalias y exclusión, de la cual han venido siendo objeto por parte de burócratas y subalternos de la administración pública, por haber hecho uso de su derecho constitucional y democrático de firmar la solicitud de un referendo revocatorio al presidente de la República.
Durante ocho meses, estos venezolanos, fueron sacados de sus empleos, rechazadas sus solicitudes de trabajo, de créditos, de contratación de obras, de estudios, de becas y pare usted de contar. Cuando cualquier ciudadano entraba en contacto con la administración pública para hacer una solicitud o reclamo lo primero que escuchaba era la pregunta: ¿Tú firmaste? o simplemente, su cédula se marcaba en el ordenador y el CD, con los datos del firmazo, daba la respuesta. Si era afirmativa, los derechos y garantías de la Constitución no funcionaban para ese venezolano.
Así, los derechos humanos, garantizados por la Constitución Bolivariana, fueron sistemáticamente negados para aquellos opositores cuyas firmas se encontraban registradas en la data del CNE. El sistema político democrático venezolano fue sometido a una de sus pruebas más difíciles: la amenaza de exclusión del sistema, no de un partido, como fue el caso del PCV en el Pacto de Punto Fijo, sino de millones de electores. La decisión, anunciada por el Presidente Chávez, de eliminar tal procedimiento no democrático, permite afirmar, sin lugar a dudas que, la fuerza de las afinidades con los principios democráticos de la cultura política del venezolano ha logrado controlar, una vez más, los milenarios rasgos autoritarios de la cultura política latinoamericana.
La democracia ha obtenido un rotundo éxito ante el autoritarismo. Millones de venezolanos que se encuentran en el campo de la oposición y otros tantos que apoyan la gestión del actual gobierno, están liberados del uso y abuso de la “lista de Tascón”. El gobierno ha elevado su prestigio y credibilidad, en particular el Presidente Chávez, quien demostró haber tomado conciencia de los estragos que sobre la economía y la acción política de su gobierno tiene tal política de exclusión autoritaria y no democrática. Este es un paso más hacia la profundización de la democracia participativa y protagónica anunciada en la Constitución. Hará falta dar otros pasos, entre ellos el del CNE y progresivamente, ir construyendo la confianza mutua en las virtudes democráticas del nuevo modelo de sistema político venezolano.
(*): Politólogo. Profesor de Sistema Político Venezolano. UCV