Acercarnos, tocarnos, querernos
Es hora de que los candidatos y militantes de partidos visiten a la gente, toquen a la gente, escuchen a la gente, compartan con la gente. Esto hay que hacerlo si se quiere alcanzar mayoría en la AN y he comprobado su efectividad por lo que estoy convencido que ésta es la acción prioritaria para lograr la persuasión y volver a generar un cambio político por la vía democrática… El esfuerzo debe ser más grande. Hasta ahora ha sido inmenso, sobre todo por la disposición y nivel de conciencia de la necesaria unidad entre los aspirantes a diputados, tanto principales como suplentes, y hay que reconocer que los partidos también han madurado muchísimo… El compromiso de los aspirantes. Todos están conscientes de que si no logran el consenso deben ir a unas primarias para lo cual han firmado un compromiso de respetar los reglamentos de la MU, y hasta ahora todo parece encaminarse hacia el logro del objetivo… Organizar para ganar. Hay que armar equipos para explicar la caída económica y social del Gobierno que torció el camino y se empeñó en un modelo por el que nadie votó y cuyos resultados son: devaluación, inflación, escasez, y hay que explicarlos a la población mediante visitas a las parroquias, entrega de volantes con explicaciones sencillas, toma de plazas y mercados, contactos puerta a puerta con miembros de la sociedad civil; hay que hacer marchas en contra de la escasez, la inseguridad, los apagones, el deplorable estado de la salud, los secuestros, la basura, la falta de agua, el abandono de los peajes, las expropiaciones, las invasiones y la falta de una política de vivienda; hay que hacer caravanas, foros en barrios y urbanizaciones sobre temas de interés y procurando no causarle molestias a los demás ciudadanos; caminatas programadas con lideres comunitarios, concejales, alcaldes, y con lideres regionales y nacionales … Financiamiento. Hay que generar reuniones privadas con amigos del ala democrática y presentarles proyectos específicos que puedan financiar en pro del objetivo; realizar rifas, generar bonos de colaboración y llevar cuentas claras para rendirlas al final… Recibir a los desencantados. Si, y hay que hacerlo sin reproches, recordando la parábola del hijo prodigo, aquel que regresó a su casa arrepentido de haberse ido, y que su padre lo recibió y le dio túnica nueva, un anillo, sandalias para sus pies, le mató el becerro mas gordo y le hizo una fiesta para celebrar que su hijo había vuelto a la vida, pues estaba perdido y lo había recuperado… El gran David. Luego de varias décadas sin vernos, me reencontré con mi siempre admirado primo y compañero de Primera Comunión, David Muñoz, convertido en un extraordinario fisioterapista; hoy me envió una nota, y por su grandeza quiero compartirla con ustedes ”Hola Miguel, me es grato saludarte y darte las gracias por esos artículos tan maravillosos de reflexiones y sentimientos que nos ponen a pensar como cuando éramos muchachos y queríamos cambiar a Venezuela y a nuestras familias y sacarlas de la pobreza que nos asistía para esos tiempos. Pobreza que fue impulsora de muchos sueños y catapulta de esperanzas basadas en los estudios y la honestidad en que fuimos forjados por nuestra familia y nuestro entorno. Gracias de nuevo por que me hiciste recordar las promesas que juramos cumplir cuando nos graduáramos y que de alguna manera la hemos cumplido, cada quién en su profesión, con mucha honestidad y cariño. Recibe un fuerte abrazo y una bendición al ser divino que hay en ti. Tu hermano, primo y amigo. David”.