¡AAAH… UUUH…. Maaaambo
No recuerdo dónde lo leí, o cuándo lo dijo. Pero en mi memoria está archivada una frase de Andrés Eloy: «A este paso, estar preso, perseguido, acosado o procesado será un honor».
Y tiene razón… Los ladrones, los sátrapas, los asesinos, los malversadores, los sinvergüenzas, los trajinadores, los gañanes, esos duermen a pierna suelta. Circulan en libertad, comen en los mejores restaurantes, liban a placer. En este país están seguros y protegidos.
Pdvsa, de caja negra, se convirtió en letrina. Ahora, Pdvsa es de todos… Sí, como no, de todos los vagabundos. Se lo están comiendo a pedazos. Le clavaron una estaca y le dan vuelta y vuelta, para que sude petrodólares que viaje en maletines. ¿Y dónde queda el pueblo? Ah, ése que se aguante. Que se cale la inflación y el desmadre. Que para eso no es más que “pueblo”.
Ay, Soledad, es que tú eres muy romántica, chica. Ay, Soledad, es que a ti te van a enterrar en urna de bebé. Ay, Soledad, es que tus principios son un estorbo. Y ese Ay Soledad suena a “cantejondo”.
Los principios. ¿Qué es eso? ¿Con qué se come eso? Honestidad, decencia, honradez, probidad. Ay, Soledad, y hasta cuándo vas a seguir con ese disco rayao’, con ese mambo pasado de moda. Chica, tienes dos caminos: o miras pa’ otro lado, o te metes en la cumbiamba. Verás qué bien se la pasa uno en esas fiestas. Ay, Soledad, buenísima la orquesta, los pasapalos de lujo, y si no te gustaba el «guisqui» 39 años, te mandaban a traer champaña de esa de 180 dólares la botella.
Pero bueno, Soledad, ¿cómo es eso de andar comprando ropita en tiendas baratas? ¿Y cómo e eso de comer carne que no sea lomito? Ay, Soledad, Ay, Soledad…
Pero bueno, Soledad, ¿y cómo se te puede ocurrir pensar que Chávez iba a lanzarse con un verdadera Ley de Amnistía? Ni que Júpiter se hubiera fumado unas limpias.
La pegaste, Soledad, cuando advertiste que Jorge Rodríguez saldría como corcho de limonada de la vicepresidencia. Claro, no sale por el rifirrafe del maletín del Gordo Antonini, sino porque a Chávez nadie lo pone en ridículo, y eso hizo Jorgito. Y entra Ramón, que le hizo la única obra de este gobierno, el viaducto. Claro, lo construyó la empresa privada, pero Carrizales cobra. Indulgencia con escapulario ajeno.
En este país hay amnistía. Amnistía para los vagabundos, los hampones, los boliburgueses, los oligarcas del gobierno, los cobradores de coimas. Tiene razón el poeta. «A este paso, estar preso, perseguido, acosado o procesado será un honor».
Y Soledad responde lo único que puede responder: que no, que mil veces no. Que si no hay principios y no hay valores, todo es vértigo, hoguera de vanidades, vacío inmoral, callosidad del alma, putrefacción del espíritu.
A Vivienda y Habitat va Pérez Prado. A no confundirse. No es Dámaso, el famosísimo Rey del Mambo. Es, para variar, un militar. Esperemos que sirva para algo. Vale alertarle: la gente quiere casitas, no mambo.