¿A maa….marrrrrrr! ¿A discreeeee….ción!
Cuando nuestros héroes epónimos, se ha mamado siempre… El seno popular y revolucionario, ajeno a la silicona fascista y golpista, amamanta al pueblo con leche amarilla azul y roja, como los colores de nuestra enseña… y no es poco lo que enseña».
Verdaderamente amamantar es una de las actividades más hermosas de la maternidad, amén de los magníficos beneficios para la salud del bebé, pero que el Gobierno te obligue por decreto, retrae a la más pintada. Conozco muchas escuálidas militantes que por puro espíritu de contradicción, omitirán en natural proceso como medida de protesta. Y es que eso de que un tetero no pueda entrar a un hospital y a la clínica, atenta contra toda norma de sentido común. A decir de Emilio Lovera, el tetero tiene una misión esenasi que uno se imagina al locutor de los desfiles militares diciendo: «…a continuación, frente a la tribuna presidencial, desfila el batallón de amamantadoras afrodescendientes Hipólita, seno en ristre, recordándonos que en Venezuela, desde la gloria inmarcesible de cial en el nacimiento de los bebés venezolanos, porque es el envase en que los padres ingresan de manera clandestina el whisky al centro médico para la posterior distribución entre amigos y familiares de los tradicionales «miaos» que forman parte de nuestra idiosincrasia y folklore. Los primeros perjudicados pues con esta medida son los padres y familiares y en segundo término el bebé, aunque él no bebe.
Y es que promover la lactancia materna es una cosa, pero legislar sobre ella y multar a las madres que no cumplan, resulta inconcebible. Qué dirán los artículos de esta ley de amamantamiento, quizá algo al tenor de: «Artículo primero: Todo seno bolivariano y revolucionario esta obligado a producir calostro entre los primeros cinco días posteriores al parto. En caso contrario la sección femenina de la Guardia Nacional intervendrá tomando las medidas necesarias para que el proceso de amamantamiento se active.
Artículo segundo: Sólo se considerará amamantamiento lo ocurrido durante la lactancia materna y con los bebés, en previsión de los abusadores contrarrevolucionarios, estilo Capriles, que pretendan manipular con la presente ley para exigir de grandes lo que no les corresponde en beneficio propio.
Artículo tercero: Ningún niño será llevado al retén, por considerarse un espacio inhumano. Al crecer, eso sí y cumplida la mayoría de edad podrán ser llevados a cárceles públicas para su regeneración, si fuera el caso.
Articulo cuarto: toda madre que incumpla la presente ley, además de ser considerada una persona detestable, será sancionada con multa, o lo que es peor, le será suprimido su cupo de CADIVI Patria socialista …mamaremos y venceremos!!!!» En fin, esa manía que tiene el Gobierno de imponernos las cosas. Detrás de esto seguramente vendrá la ley de trote obligatorio, para obligar a la gente a ejercitarse; la ley anticolesterol y triglicéridos, para el respectivo control; probablemente se creará una CADTEA (comisión de administración de la tensión arterial), para controlarla con un sistema de bandas y quién sabe qué otra original idea.
Lo único que pido a Dios es que al Gobierno no se le ocurra la idea expropiar los senos de las madres lactantes, porque nos quedamos sin amamantamiento para siempre y tendremos que importar nodrizas.