A Corpozulia, Gobernación, Alcaldías, Universidades
Distinguidos ciudadanos, dada la realidad de nuestro país, juntarlos y buscar la ubicación en esa unidad resulta complejo, pues, hay el temor de herir susceptibilidades por el orden, jerarquías o, lo que es peor, si hubiere una lógica en las relaciones políticas en nuestra actualidad, juntarlos es casi una tarea tan delicada que, a simple vista, pareciera un ejercicio de ficción llevado al papel, del que, largamente se ha dicho, lo aguanta todo. Pero, General Martínez, Gobernador Pérez, Rectores todos, Alcaldes todos, hay un hecho empírico, sea cualquiera la óptica que nos anima a ver la realidad, son sus Instituciones las primeras responsables, casi únicas, de garantizar el futuro de nuestra región y, sin exagerar y fuera de la infeliz consigna que el “Zulia está primero”, o la mezquindad de la frase, “la riqueza del Zulia son los zulianos”, o la deplorable manipulación que conduce a la a vanidad, a la soberbia, pero también a la feliz abulia, en la infeliz consigna “Maracaibo es la primera ciudad de Venezuela” y, según algunas gaitas, de todo el mundo, pues bien, sin exagerar, lo bueno que aquí pase beneficia a la totalidad del país, nuestros desastres, hacen de la catástrofe su suerte. Toca a las universidades orientar al país, y cumplir con la función rectorara en el arte, la ciencia, la educación. Y ello es siempre una acción que en el presente garantiza el futuro. En su incumplimiento o hacerlo tan mal está su suicidio. Las gobernaciones y alcaldías tienen clara su función en la generalidad y particularidad de cada una. La Constitución es eso es taxativa. Observaciones ha de haber sobre cuan bien o mal se ha hecho. Y, CORPOZULIA, tuvo como su pecado original, haber sido dominada por el desarrollismo y no por una concepción teórica, ética, y una acción que tuviese como su objetivo final, la salvación del lago y su cuenca hidrográfica, la Sierra de Perijá, mas allá de su propia geografía.
Pues bien, permítanme una bella cita de un gran historiador, quien jamás ha renegado de su formación y militancia comunista y, mucho menos, renegado de Marx, en quien tiene uno de sus más ilustres guías. Siendo como son, Ud., General, militante del proceso revolucionario, según la concepción del presidente HRCHF, lo mismo que la mayoría absoluta de todos los alcaldes, y, siendo además el gobernador y alcalde de Maracaibo, militantes de una propuesta, la democracia social, cuyo centro común a ambos lo constituye el bienestar de nuestra gente, y siendo como tendría que ser y deber ser de la universidad, orientadora del país, cito, por la cualidad de la obra mas que por su militancia, pero sin desconocerla, al sabio e historiador Hobsbawm, una tesis sencilla, que probablemente la conocemos y repetimos todos, “Todo el mundo prevé o trata de prever, el futuro. Interrogarse sobre el mañana forma parte de la vida…todos lo intentamos hasta donde es posible. Pero, el proceso de previsión del futuro debe basarse necesariamente en el conocimiento del pasado. Lo que va a ocurrir tendrá forzosamente alguna relación con lo que ha ocurrido”. En ello creo hay consenso y yo, con el mas humilde respeto, me permito señalar que el presente es la concreción de cuanto el ayer trazó como futuro y es parte de lo que soñamos del mañana. De modo que la realidad de hoy ha sido la construcción de ese largo proceso, que por evolución o grandes saltos se ha logrado. Así entonces, el futuro que en teoría nos propone el PSUV y su máximo jefe: acabar con la pobreza, con la exclusión, con la ignorancia, en nada se diferencia en los enunciados de cualquier tendencia democrática que haga, en definitiva, la libertad del hombre su primera necesidad y su más elevada conquista. Pero esa conquista pasa por dar respuesta teórica y práctica a los problemas del presente, que guardan en su seno los fracasos y los éxitos del ayer. Y, entre esos grandes fracasos que hoy vivimos, que está acusándonos, que es parte de todos, están la casi muerte del Lago de Maracaibo, la devastación de la Sierra de Perijá, la desidia en lugar de la dedicación en el tratamiento de la Cuenca, la ausencia de un plan ferroviario que articule al Zulia y garantice cultural, social y económicamente su existencia y trascendencia. Los problemas del agua, de la salud, todos son todos de todos. Admitamos que hay otros problemas no menores, pero sí de menos probabilidad de asumirlos juntos, por ejemplo, la inseguridad, la educación, pues, es probable que allí las divergencias sean mayores, por su vinculación inmediata con las relaciones más visibles del poder. Queden fuera, por ahora.
He sido constante en mis esfuerzos por dialogar sobre lo que pudiéramos denominar problemas esenciales, cuya respuesta exige –quiérase o no- un acuerdo necesario. Lenin en las relaciones internacionales creó la coexistencia pacífica. La diversidad humana nos obliga a la cohabitación, de la cual la tolerancia, es su condición necesaria. Debo confesar que hasta ahora no ha sido lo exitosa mi gestión, a niveles de mis deseos. Lo hice con la Gobernación, las Alcaldías, Consejo Legislativo, cuando fui decano de la FEDA (Facultad Experimental de Arte, cuyo proyecto con el apoyo de Ángel Lombardi, Neuro Villalobos y, de los grandes artistas y maestros que nos acompañaron, bajo mi coordinación, es la obra más trascendente de LUZ después de la creación de la FEC). De este consenso logramos la Ley de Cultura del Estado Zulia, apoyé del programa de gobierno de PPA la propuesta de un equipo de eminentes médicos para crear el Oncológico de Occidente, que entiendo no la hará la gobernación sino la Alcaldía de San Francisco; propusimos y mantenemos con todo nuestro ánimo, la creación del Instituto Zuliano de Investigaciones Científicas y Artísticas; apoyamos con toda mi familia al FANM, creación de mi hijo Simón, y que ha contado con el privilegio de que en torno a él instituciones culturales de primer orden, (CAMLB, Baralt, Bellas Artes, MACZUL, FESNOJIV, Los Medios, …) instituciones del Estado Nacional y Regional hayan apoyado esta fundamental obra cultural, (Gobernación, OPSU, CORPOZULIA) cada quien según ha asumido su compromiso con la región, con el arte, con el hombre. Logramos con un quipo excepcional, entre ellos Pedro Romero, que la Alcaldía declarara a LUZ -toda, incluido su campus – patrimonio cultural del municipio. Y creamos con ese apoyo, el Reglamento de Patrimonio de LUZ. Unimos al Zulia en el Encuentro de Arte y Música Sacra, cuando Lolita a todo riesgo, me nombró secretario de Cultura del Estado. Riesgos de los que, por lo demás, supo zafarse a tempo. No hay vanidad ni falsa modestia en esta incompleta síntesis. Ambas me son desconocidas, pero es necesario para contextualizar mejor mi propuesta.
No dudo que las instituciones acá reunidas, en cierto grado y con mucho respeto, tienen plena consciencia de que hemos puesto en el presente la necesidad de garantizar el futuro. Que tienen plena consciencia de su responsabilidad en ello, tanto institucionalmente como a nivel de su formación personal y condición humana. En cambio nuestro gran pueblo no tiene consciencia de la magnitud y gravedad del problema. No la tuvo ayer cuando se destruyó El Saladillo; asume como verdades absolutas consignas como las mas arriba hemos repetido, cuando el Zulia desde La Chinita, San Sebastián, San Benito y tantos aquí venidos han convertido en verdades sus sueños en estas tierras, para bien de todos. No ha visto la destrucción de Los Puertos, La Villa, Santa Rita, etc.etc., y lo han obnubilado para no ver la realidad de su ciudad, Maracaibo, un cuasi chiquero. He citado muchas veces la advertencia de Ali Primera, en una de sus mejores obras, “si se muere el lago, se muere la gente”. Nadie lo oyó, nadie lo escucha, como ayer tampoco se tuvo oídos, para sentir la verdad de la maravillosa gaita cantada por Goterita, melodía y poéticamente una bella obra, “de decir es muy sencillo… Y la Grey Zuliana, más que una protesta, hoy es un canto de nostalgia, que anima un ego inocuo, fuente de un regionalismo vacio de ideales, repleto de parroquianismo. Esta verdad no tiene discusión. Continúo, si no se salvan las fuentes hídricas de la cuenca, la sed se beberá nuestras vidas, la vida de nuestros hijos, de sus hijos y de sus descendientes. Y de esto, reitero, ustedes y sus instituciones tienen plena consciencia y la más alta responsabilidad. Y, ya sea el socialismo del presidente ya otras propuestas, tienen que resolver radicalmente estos problemas, y así evitarán que lo único seguro del futuro sea la muerte, no la natural, fatalidad irreversible, pero fuente para la lucha que alcanza sus triunfos en el arte y en la ciencia, en la tecnología y calidad de vida, sino esa muerte vil que ha creado el hombre en su miopía, bien para explotar a la Naturaleza miserablemente, bien miserablemente para no atenderla.
$e lo difícil que es reunirlos, pero estos problemas necesariamente los unen para el bien del hombre de hoy, del futuro, de la vida toda o los reunirá la sentencia de la historia como sepultureros del futuro. Presumo que el alma mater podría ser el espacio para el diálogo… Quiero pedirles perdón por este texto, que me hubiese gustado compartirlo con cada uno de ustedes previamente, pero cuán difícil es alcanzar acceso ante quienes colmados están de tantos trabajos, peticiones, angustias; disculpas también por mi deficiente escritura, pero mi edad y mi vida me permiten molestarlos y, finalmente, me anima una bella expresión de un poeta caro a mi alma: “y cuando el hombre calla en su tortura, un dios me concedió decir lo que yo sufro”. (W.G)