A control remoto
No existe imperio alguno que haya ejercido sobre sus colonias y pobladores un control tan absoluto como el de Cuba sobre Venezuela. Esta afirmación pudiera parecer algo exagerada pero las informaciones recogidas por la prensa nacional y extranjera sobre el contrato firmado entre el gobierno venezolano y la empresa cubana Albet Ingeniería y Sistemas para que se encargara de la nueva cédula electrónica no deja lugar para dudas.
El costo por $170 millones, el cual lleva un jugoso sobre precio es lo de menos. Esta empresa, del régimen cubano, tiene acceso a información sobre los ciudadanos venezolanos, de tal gravedad que analistas jurídicos han planteado que ello constituye penalmente una flagrante violación de nuestra soberanía y en consecuencia configura alta traición a la patria.
Cuando comprobamos que al gobierno cubano se le dado el control sobre registros y notarías, donde están registrados todas las transacciones comerciales desde las más importantes empresas del país hasta la más sencilla venta de un auto, apartamento, rancho o pequeño negocio la preocupación se va convirtiendo en indignación.
Quien quita que los servicios policiales y de inteligencia o que el censo poblacional 2011 a punto de iniciarse como ya han sido igualmente denunciados también estén intervenidos y controlados por funcionarios cubanos, con el beneplácito del alto gobierno y del alto mando militar.
Sí la salud del presidente de la república que es un delicado problema de estado es conocida a penas por los venezolanos pues las intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos se mantienen en secreto desde Cuba.
El baúl de los contratos secretos con Cuba se abrió dejando al descubierto la infamia del gobierno venezolano que ha entregado el país y su gente al imperio castrista.