¡A comer sardinas bolivarianas!
Feliz estoy de haber escuchado al Líder en su cátedra televisada sobre Sardinología.
No sabía que las sardinas tenían cabeza, cuerpo, colas y espinas. Ahora lo tengo más claro, luego de la nacionalización de la Sardinera La Gaviota, ahora bolivarianamente llamada La Paraulata.
Para compartir con UDS lo aprendido, hago el siguiente resumen para mi clase en la Universidá:
Las sardinas son pescaitos chiquitos de los mares de Cumaná que ahora son rojos rojitos y no azules como los de la IV. Las mencionadas sardinas antes se arrastraban por efecto de la pesca de arrastre, ahora por efecto de la Revolución no se arrastran sino vuelan y caen felices y completitas en las barcarolas y peñeros de los pescadores del proceso, quienes sin esfuerzo pueden comérselas hasta crudas como si fueran japoneses de la Toyota.
Las sardinas pueden ser vivas o enlatadas, éstas se enlatan en latas que pueden ser cónicas, cilíndricas, rectangulares, tubularcitas, triangulares, cuadradas, redondas, subliminales, intuidas, virtuales no porque la Revolución odia a la INTERNÉ.
Las sardinas que se enlatan se enlatan sin cabeza ni colas, las mismas se venden aparte para hacer sancochos bolivarianos y sopas caribeñas con congri. Las sardinas pueden venir en salsas diferentes, en tomate, en maní, en ajonjolí, en curcuma, en nuez moscada, en curry, al pesto y al ajo. Todas están disponibles en la gueb del proceso, con excepción de las picantes que son sólo para el Comandante der mío.
Concluyo como me han enseñao en la Misión con un pensamiento de algún maestro de la Patria; en este caso de Guillén, Nicolás no Carlos, quien dice que Cuba es un largo lagarto verde con ojos de espuma y agua.
Venezuela es una estrecha sardina roja con orejas descompuestas y encrespadas.
Vivan las sardinas, Muerte a las pepitonas ¡VENCEREMOS!