5.000.000
«Una buena vida significa luchar por ser
humano bajo dificultades cada vez mayores»
Alasdair Gray
(%=Link(«http://special.lib.gla.ac.uk/exhibns/month/may2002.html»,»Lanark»)%)
14 millones 245 mil 615 venezolanos han sido (%=Link(«http://cne.gov.ve/notideta.asp?id=384″,»convocados»)%) para decidir bajo qué tipo de democracia debe continuar la nación. Mientras el Sí propone un fortalecimiento institucional que le de piso político al país para implementar reformas urgentes en seguridad, empleo y confianza en el ejecutivo; el No oferta la profundización de un proceso de corrupción y populismo irresponsable, que ellos denominan revolución. A la vez que el Sí se sustenta en una difusa masa de rostros e intenciones, que a veces inspiran desconfianza; el No se ampara en el carisma del presidente Hugo Chávez. Sin embargo, el Sí puede ser depurado y vigilado a través de unas elecciones primarias, post referéndum, que impulsen al candidato plural y racional que todos deseamos. El No, por su parte, está cerrado a reconocer errores y enmendar su comportamiento, de allí que su ratificación devendría en la continuación del ejercicio cínico del poder por parte de la actual administración.
Zona de incertidumbre
Según Mari Pili Hernández, el Comando Maisanta recogió más de 4 mil millones de bolívares en las primeras dos semanas del (%=Link(«http://www.misionflorentino.org.ve/index.php?tpl=design/read2.tpl.html&newsid_obj_id=92″,»Raspaíto Florentino»)%), lo cual les ha permitido financiar su ostentosa parranda por el No. A esa cifra hay que agregarle los miles de millones erogados por Ministerios e Institutos Autónomos que abiertamente hacen propaganda política. La Coordinadora Democrática (CD) y los aliados del Sí, con presupuestos más modestos, han focalizado sus campañas en llamados puntuales a la población y efectuado algunas concentraciones populares.
El ejecutivo, a través del complaciente Jessy Chacón, asegura que “los venezolanos votan por el ganador, nadie vota por un perdedor”, consigna que por décadas fue santificada por los estrategas de AD y COPEI. Bajo esa hipótesis, el venezolano es un ente fácilmente manipulable a través de los sentidos, por ello debe consumir No hasta en los VCD piratas de Harry Potter y el Prisionero de Azcabán, según denunció (%=Link(«http://venevision.net/programas/index.asp?id_programa=200303270001″,»Napoleón Bravo»)%) en días pasados. La CD ha enfatizado su campaña en el componente afectivo del elector, quien está harto de ser atropellado y burlado desde todas las instancias del poder público. La CD arranca con un capital de 2.569.584 firmas recogidas y defendidas por (%=Link(«http://www.revocatorio.com/»,»Súmate»)%) para convocar el Referendo Revocatorio, que requiere 3.757.774 votos para activar la salida de Hugo Chávez. Si se parte de las firmas anuladas que no pudieron ir a reparos y de otras triquiñuelas activadas por el CNE, la cuota es fácilmente alcanzable, pero el gobierno también ronda ese número de simpatizantes, lo cual ubica el proceso en una zona de incertidumbre y lo hace frágil ante manipulaciones del ejecutivo, que ha intentado, inútilmente, descalificar a observadores internacionales, Súmate, CANTV y otras organizaciones.
Luchando en la frontera
Algunos expertos dudan de la eficacia de las encuestas, que arroja un 12% del Sí sobre el NO, y afirman que es mayor, ya que no se ha tomado en cuenta el arma secreta denominada voto oculto, que sería aquel ejercido por funcionarios y activistas del gobierno hartos de tanto zarandeo político. Esa hipótesis, aunque posible, contrasta con la defensa de sus puestos de trabajo que harían los «nuevos» empleados públicos en tiempos de galopante desempleo superior al 20%. Además, algunos voceros de la CD han hablado de ajustes y evaluaciones del nuevo personal de PDVSA, lo cual afecta la intencionalidad de votos de quienes pensaron remover la torpe gestión de Rodríquez Araque-Ramírez.
La oposición necesita convocar a personas que ahora habitan en la frontera política entre el Sí y el No, que a ratos prefieren creer en el alcance de las misiones desplegadas por el gobierno y luego se desesperan al pensar en las 11000 muertes violentas ocurridas en el 2003. Ese electorado de frontera será clave para alcanzar cinco millones de votación-Sí, que blindaría el proceso contra manipulaciones informáticas, renuncias de último minuto o componendas entre actores chavistas y opositores.
A esa audiencia desconfiada hay que mostrarle pruebas concretas del saqueo cometido por Chávez, pues ese es “el verdadero talón de Aquiles de este régimen”, afirma el siempre lúcido Francisco Kerdel. Asimismo, estos venezolanos oscilantes reclaman claridad y transparencia de agendas e intenciones de aquellos agentes que prometen una Venezuela idílica tras el triunfo del Sí, ellos no desean retornos carmonistas ni resucitaciones de viejos cogollos en este nuevo despertar democrático. ¡Aún hay tiempo!