2010, año del recule
El gobierno bolivariano está haciendo aguas. El año comienza con una serie de fracasos internacionales que van desde Copenhague hasta Honduras. Chávez cree que domina histriónicamente el escenario mundial, pero su comportamiento abusivo y carente de sindéresis lo va desnudando, y la imagen del Robín Hood que quita a los ricos para dar a los pobres, o de “buen revolucionario” se desvanece en los escenarios internacionales. La prensa internacional que lo amaba, lo rechaza. Y se aísla y aísla a Venezuela. Así mientras Chile entra al club de los países ricos- la OCDE-, la Venezuela bolivariana se hunde en el club de los países totalitarios (Cuba, Irán, China, Rusia, Bielorrusia, etc.).
En lo nacional este mes ha ido de fracaso en fracaso. Tuvo que devaluar la moneda, lo que consideraba una receta fracasada del Fondo Monetario Internacional. Y nos regresa a los años ochenta con el RECADI de Lusinchi y los postulados de la CEPAL basados en sustituir importaciones y promover exportaciones, pero ahora sin empresa privada, porque la ha desvastado. Todo para solventar los problemas de liquidez de un gobierno montado sobre un populismo manirroto, que no puede existir sin abundancia de recursos, y que sólo logrará profundizar la “estanflación” que sufre el país.
Gobierno incapaz e ineficiente. Y no sólo porque sus dirigentes sean incompetentes, sino porque remplazaron la Opinión Pública (OP), fundamental de la Democracia Representativa, por la Consulta a las Bases, propia de la Democracia Participativa y Protagónica. La existencia de la OP supone un proceso de negociación entre el gobierno y la Sociedad Civil. La Consulta a las Bases, si se da, es irrelevante pues la relación es entre el Estado totalitario y una sociedad atomizada y controlada por el gobierno (Consejos Comunales).
La baja en su popularidad frente a unas elecciones en puertas lo ha forzado a aceptar la existencia de la OP. Ya no puede hacer lo que le de la gana y la sociedad “a calársela”. “Arrugó” con la medida de los Centros Comerciales y ahora con la de los cortes de luz en Caracas.
La OP volvió, y ahora en adelante van a tener que “pararle” a la Sociedad Civil y no sólo a la de los caraqueños, sino a la de todo el país. Y todo esto porque se ve perdido en una próxima confrontación electoral que puede significar su salida de Miraflores. Claro, si la dirigencia opositora está a la altura de la historia, no como sucedió en 2002.
