14 de julio
Como dicen los programas de efemérides: En tal fecha como hoy en el año 1789, sucedió en la capital francesa un hecho que ha dejado profunda huella en la humanidad, la toma de la Bastilla, fortaleza que servía como cárcel del régimen y está situada en el centro de París.
Para la sociedad francesa, que estaba conformada por tres clases, el clero, la nobleza y el pueblo, esta cárcel representaba el oprobio del régimen conductor de la sociedad.
Es importante anotar que el funcionamiento de la sociedad francesa era el de tres estamentos perfectamente diferenciados: La Iglesia, conformada por el medio por ciento de la sociedad y quienes tenían las funciones de orientación moral e instrucción de la sociedad. La nobleza, que acogía a algo así como el uno y medio por ciento de los franceses y cuya función ˆen teoría- era la de la defensa del rey y del conjunto ante los posibles ataques internos o externos. El Pueblo, que sumaba algo más del noventa y ocho por ciento de la población, estaba conformado por los campesinos, los comerciantes y los artesanos que poblaban a todo el país.
Sobre todos ellos estaba la figura omnipotente y omnímoda del Rey.
La realidad era que el concubinato entre los dos grupos dominantes, la Iglesia y la nobleza, que trastocaron sus funciones y se dedicaron al boato, a las francachelas y al dispendio, provocaron la reacción del pueblo que estalló y puso fin a la monarquía.
Libertad, Igualdad y Fraternidad fueron las consignas que tomaron los revolucionarios como lemas de su movimiento. Se mantienen vigentes.
La realidad es que fueron necesarios varios años de violencia y de arbitrariedades para que finalmente se consolidara un proceso que ha dado forma y vigencia a la mejor manera de gobierno que ha tenido nación alguna: la República.
Los fundamentos de la República impiden la complicidad de la sociedad. Los poderes, que se establecieron tres ˆel ejecutivo, el legislativo y el judicial- deben y tienen que estar completamente separados de manera que cada uno se constituya en celoso guardián de las actuaciones de los otros dos.
La soberanía, que la ejercía de manera absoluta el rey, reposa en el pueblo quien la ejerce mediante el sufragio.
El resto de la sociedad no tiene otro marco de actuación diferente a las leyes.
Cercana la toma de la Bastilla, el régimen daba muestras de percibir el enorme descontento de la sociedad e intentaba una reforma de la Constitución, apenas cinco días antes, el 9 de julio la Asamblea se había proclamado como Asamblea Constituyente. Vanos pasos, pues la mecha de la revolución ya estaba encendida.
Varios sectores, dirigidos por Robespierre, por Mirabeau, por el duque de Orleáns, por Demoulines y por muchos otros, actuaron de manera incontrolada y se acercaron al caos. Murió el absolutismo.
Venezuela vive tiempos similares. El régimen tiende al absolutismo. Los poderes nacionales están tomados y son cómplices entre si. Todos obedecen al mandato del palacio de Misia Jacinta. La corrupción, producto de esa complicidad, hace estragos en el erario público. Se malversa el dinero de los venezolanos tanto en el robo descarado como en ayudas internacionales que solo servirán como acicate del odio futuro.
¿Dónde están los dirigentes?
Caracas, julio de 2006-07-10