¿Y el queso de la tostada?
Cada vez que Chávez viaja al exterior los venezolanos nos preguntamos: ¿Donde está el queso de la tostada? Dicho en términos mas directos: ¿Cuál es el beneficio que obtenemos los venezolanos de esos periplos que realiza Chávez allende los mares?
Según la cuenta que lleva Carlos Eduardo Berrizbeitia, hasta el 19 de este mes los viajes de Chávez sumaban 450 días. A esto hay que sumar 7 días de la más reciente excursión a Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Rusia, Belarús, Portugal y España, para un total de 457 días, lo que significa que en sus casi diez años de gobierno Chávez ha estado ausente del país durante un año y tres meses.
Parece que Chávez quiere emular a Gulliver, aquel personaje de la novela del escritor británico Jonathan Swift, que realizó viajes a sitios tan exóticos como Liliput (país de los enanos) Brobdingnag (país de los gigantes) Laputa, Balnibardi, Guldubdrid, Japón y el país de los Houyhnhnms.
Como señala Berrizbeitia, Chávez ha recorrido Suramérica, Norteamérica, Europa, Asia, el Caribe y África y ha visitado mas de 150 países. Todavía no ha terminado de aterrizar y ya está anunciando que próximamente viajará a Argentina y China. Chàvez no se ha detenido a pensar, dice Berrizbeitia, que con la suma de 55 millones de dólares que han costado esos viajes “se podrían cubrir grandes necesidades existentes en el área social”.
Pero no sólo es el costo de los viajes lo que importa. A esa cifra hay que agregar lo que reparte en el camino en términos de dádivas y compromisos financieros y comerciales.
Leyendo las informaciones sobre este último viaje de Chávez me vino a memoria el recuerdo de una estatua que hay en los Jardines de Tìvoli, cerca de Roma, Italia. La estatua corresponde a la Diana de Efeso – personaje de la mitología greco-romana – considerada como la diosa de la abundancia y la riqueza, representada como una mujer con el torso desnudo, del cual emerge una gran cantidad de senos. La relación vino a mi mente porque viendo como Chávez reparte por el mundo participaciones en la faja petrolífera del Orinoco pareciera que en esa zona tan rica de recursos petroleros se van a pegar a amamantarse los gobiernos y empresas estatales beneficiados de la largueza y la magnanimidad con la cual el líder máximo dispone de nuestra principal riqueza natural.
El académico norteamericano Norman A. Bailey, Presidente del Instituto para el Crecimiento Económico Mundial dijo la semana pasada ante el Subcomité del Hemisferio Occidental del Congreso de los Estados Unidos que Chávez ha destinado por lo menos 33.000 millones de dólares de fondos públicos – cantidad equivalente al nivel actual de las reservas internacionales del país – a “causas dirigidas a influir en la polìtica de países latinoamericanos y otros”.
Como señala Michael Rowan en un reciente artículo publicado en este mismo diario, la mitad pobre de la poblaciòn vive con un ingreso per cápita promedio de 800 dólares anuales mientras miles de personas se vuelven millonarias gracias a la nueva riqueza petrolera, o lo que es lo mismo, pegados de las mamas de de la Diana de Efeso en que se ha convertido la faja petrolífera del Orinoco.
Mientras esto ocurre, nuestro país se hunde en la miseria, en un acelerado deterioro de la calidad de vida, la inseguridad, el resurgimiento de enfermedades endémicas que habían sido prácticamente eliminadas, el narcotránsito, la inflación, el desabastecimiento, el desempleo, el deterioro de la infraestrctura física, los abusos de poder, los atropellos de las autoridades y la ausencia de Estado de derecho.
