Opinión Internacional

UNASUR: ¿La hora de quién?

Cuando escucho o leo a Francisco Arias Cárdenas, nuestro don Francisco caribeño, inevitablemente viene a mi memoria un letrero, por demás curioso pero lapidariamente premonitorio, que mi amigo Jesús Zerpa tiene en un pasillo de su empresa: “Si no puedes convencerlos… ¡Confúndelos!”. Lo tiene cerca de otro, más ‘chavista’ aún que reza: “Preparados… Fuego… Apunten”.Aclaro que mi amigo Jesús nada tiene que ver con la ‘propaganda contrarrevolucionaria, pitiyanqui y desestabilizadora’ que constantemente anuncia (y amenaza) el súper ministro Cabello. Simplemente es otro venezolano más, que al margen de su actividad y profesión, como muchos otros compatriotas colecciona este tipo de letreros.

Pero se trata de un letrero que resume en apenas cinco palabras la política comunicacional del rrrrégimen, de la que se ha hecho vocero contumaz el inefable don Francisco. Él insiste en su sketch de ‘las bases de paz’, un artilugio semántico con el que enroca un concepto militar con su antítesis, olvidando adrede o por ignorancia, que las únicas bases de paz son las ciudades con todos los servicios fundamentales para vivir. Son las escuelas abiertas, libres, plurales ideológicamente y con maestros bien remunerados y consustanciados con su labor pedagógica. Las verdaderas ‘bases de paz’ se diseminan en la frontera con pueblos, carreteras, servicios públicos de primera y protección a los inversionistas pioneros que van a desarrollar, a cuenta propia, emporios agroindustriales de este lado del Arauca vibrador.

El manejo de la contradicción y de la mentira, como recurso de Estado, se puede observar en la lectura que da don Francisco a los eventos acaecidos, en vivo y en directo, vía satélite, en la cumbre presidencial de UNASUR, en Argentina. Se trata de la lectura de un libreto que deja entrever el estilo panfletario cubano de los últimos 50 años y la pérdida progresiva e irrecuperable de la sindéresis política que alguna vez tuvo don Francisco. Un breve repaso a los argumentos de su más reciente libelo propagandista convalida nuestra apreciación:
La opacidad de la presencia de Chávez la trastoca en brillante liderazgo, al asumir que UNASUR ‘es’ la hora de Chávez. Pareciera que sí es la hora… La hora para que los demás mandatarios suramericanos se den cuenta de su mediocridad como estadista, mediocridad expuesta con la presentación del Libro Blanco, exhibido como un ‘secretísimo’ documento militar ‘arrancado’ del Pentágono gracias a la eficaz ‘recontra-inteligencia’ bolivariana, pero que resultó ser, a minutos de la revelación, un documento académico que cualquiera puede obtener por Internet, y para colmo de males bolivarianos, en el ‘ultra codificado’ lenguaje pdf. El único brillo que aún le queda al inquilino del Palacio de Misia Jacinta, en Caracas, es la petro chequera, todavía atractiva para algunos mandatarios latinoamericanos, a pesar de la reducción significativa de su saldo.

Don Francisco Insiste, goebelianamente, en identificar como ‘bases norteamericanas en Colombia’ las bases colombianas que recibirán a militares de apoyo estadounidense, pero la realidad, contundente y comprobable (para eso están los videos grabados) es que el objetivo de la Cancillería venezolana, que no era otro diferente a la condena del acuerdo de asistencia militar norteamericana (Fase II del Plan Colombia), simplemente se cayó. No tuvo el apoyo del ‘gallo’ dentro de ese convite gallináceo, pues Brasil no convalidó la tesis venezolana y en esa línea de arrimaron todos, hasta el propulsor ‘mesmo’, excepto el muchachote Evo, ignorante de lo que pasaba a su derredor, que no cogió la seña (o no la supo interpretar) y mantuvo la ‘tesis Chávez’, a pesar de los gestos que le hacía, con mal disimulo, el único canciller autobusero del mundo.

Y el Consejo de Defensa Suramericano, del que los militarotes del rrrrégimen se jactan ahora, es un polluelo incubado con los apresuramientos típicos y costumbristas, que nacerá el próximo 14 de septiembre, fecha anunciada para la rasgadura del cascarón, y será entonces cuando se podrá ver si el pollo que sale será pataruco o ponedora, porque en este gallinero latinoamericano sólo canta un gallo: o mais grande do mundo.

UNASUR no fue ‘una hora’ para nadie en particular, sino 7 horas de angustia para Madame Bótox, que demostró sus experticias como buena manejadora de reality shows, y de reprobación para la tesis chavista, que cosechó su tercer revés internacional, de manera consecutiva.

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