Una definición “mundialista” sobre la agresión
“Se habla siempre de la reacción, que se debe castigar. Pero, si no hay provocación, no puede haber una reacción. Es necesario sancionar al verdadero culpable, y el culpable es el que provoca” – dijo en una entrevista Zinedine Zidane con respecto al cabezazo que le propinó a Materazzi en el pecho durante la final del Mundial de Fútbol.
La lógica de Zidane podría aplicarse a quienes nos toca la tarea de analizar situaciones conflictivas en el mundo como la presión de Estados Unidos y Europa – criticada por algunos – a un régimen hostil como el de Irán para disuadirla de su empeño en desarrollar energía atómica. Después de todo, no es descabellado imaginar que haría con armas nucleares un gobierno que constantemente amenaza con destruir al Estado de Israel e incrementa unidades de niños y adolescentes adoctrinados para operaciones suicidas – los Basiji – con 10 millones de candidatos al martirio que juramentaron frente al presidente Ahamdinejad en noviembre de 2005, su disposición a entregar sus vidas en “guerras santas”. ¿Quién está provocando la crisis?
La critica a Israel por la dimensión de su feroz reacción militar en Gaza y El Líbano es legítima pero no ecuánime si se desechan los antecedentes de ataques a sus poblaciones fronterizas (687 cohetes Qassam con 432 heridos y 43 muertos israelíes desde la retirada de Gaza en agosto 2005). ¿No es un desagravio obviar el panorama completo de un situación compleja que involucra a dos grupos islamistas que proclaman la destrucción de esa nación – el Hamas sunita palestino y el Hizbollah chiíta pro-iraní del Líbano – que no solo llevan años usando el terror como instrumento político sino también, se han armado hasta los dientes y aumentaron la cantidad de reclutas en los últimos años? Sin un conocimiento de la esencia del islamismo radical – aquel que en nombre de Dios, de Mahoma y el Islam, invocan líderes de ambas organizaciones islamistas – es difícil presentar el cuadro entero de un conflicto provocado por grupos fundamentalistas.
Cuando se acusa a grandes potencias de aprovechar la actual crisis con Corea del Norte por las pruebas de misiles de un eventual país nuclear sin profundizar en la naturaleza violenta, tiránica y chantajista de un régimen que manipula con el hambre de su pueblo para poner en jaque al sudeste asiático, también se omite al provocador que juega un irresponsable “juego” de potenciales consecuencias trágicas.
Conviene sugerir a nuestros lectores familiarizarse con aquellos irresponsables que ponen en peligro a sus pueblos desafiando a países poderosos con agendas nada santas – entre ellas, la búsqueda de conflictos regionales para sus guerras apocalípticas – eligiendo entre la visión panorámica que propone Zidane o con el estilo simplista de un juzgador sabelotodo como Maradona.
