Opinión Internacional

Un Dilema “Mundial”

La decisión de poco más del 55% de la población de Montenegro que se expresó en un referéndum para separarse de Serbia, deja prácticamente sola a
la más poderosa de las ex provincias de aquella entidad fundada en 1918, en Los Balcanes tras el colapso del Imperio Austro-Húngaro: El Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que luego se transformó en la República de Yugoslavia, en 1945, cuando el mariscal Josip Broz Tito anexó a Bosnia y Herzegovina, Macedonia y la provincia de Kosovo,

Culmina así el gradual desmembramiento de ese país balcánico cuyas provincias de Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina, ya son naciones independientes en un proceso gradual que comenzó a fragmentarla desde 1992 por motivos religiosos, étnicos y lingüísticos y solo falta Kosovo, cuya población de mayoría albanesa planea un referéndum para decidir su separación de los eslavos de Serbia. Así las cosas, el actual mapa Europa se fragmenta con el paso del tiempo en países separados por motivos religiosos, étnicos y lingüísticos como lo hicieron anteriormente el País Checo y Eslovaquia al desmantelar Checoslovaquia y con el “coqueteo” de algunas ex republicas soviéticas como Georgia y Ucrania con la Comunidad Europea. Aun cuando estas divisiones están ocurriendo de manera pacífica y por medio de consultas democráticas, no deja de ser preocupante para Europa y el mundo, el dilema entre respetar los anhelos de independencia de pueblos que desean convertirse en naciones con los intereses de consolidar grandes bloques ante los retos de la globalización.

El ejemplo de los Balcanes y Europa del Este puede incrementar los reclamos nacionalistas de los vascos en Francia y España y también de los catalanes y gallegos cada vez más deseosos de distanciarse de Madrid; así como también de separatistas xenófobos de la Liga del Norte de Italia; la mayoría francófona de Québec en Canadá; los Kurdos – cuyos legítimos anhelos nacionales están imposibilitadas por la capricho división hecha en el Medio Oriente tras la II Guerra Mundial que los convirtió en minorías de cuatro naciones vecinas a su territorio: Turquía, Irán, Irak y Siria – e incluso, podría propagarse a Latinoamérica en donde provincias como Santa Cruz en Bolivia y Zulia en Venezuela comienzan a reclamar cierto grado de autonomía.

No se pueden negar las genuinas aspiraciones de soberanía o autogobierno de muchos de estos grupos, pero a la vez, ¿no se trataba la globalización, en parte, de integración en bloques en la búsqueda de más unión y prosperidad?

El problema es mundial y tanto, que en pocos días, será un dilema para algunos ex yugoslavos apoyar a la selección de Serbia y Montenegro que juega postergando lo decidido en el referendo, en el Mundial. Y si ganan, ¿cuál de los dos países se llevará la copa e ira al próximo torneo de fútbol? Dilemas de la globalización y la “gol-vacilación”.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba