Opinión Internacional

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Belarus (Bielorrusia)

En Latinoamérica y en especial en Venezuela, en donde la mayoría no lee[.1] , se sabe muy poco de Bielorrusia o Belarus, como aparece en los mapas. Esta República de Belarus, es lo que se conocía como la Rusia Blanca (por la etimología de la palabra) que hasta 1991, formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y está ubicada entre Lituania y Letonia, por el norte, con la Federación Rusa por el este, Ucrania por el oeste y con Polonia al sur, si no me equivoco.

La lengua oficial es el bielorruso, de esta pequeña nación de un poco más de 9 millones de habitantes, al menos sobre el papel, puesto que el ruso es cooficial nuevamente desde 1995; es una incógnita el papel oficial de las otras lenguas habladas al territorio (como el polaco). Su moneda es el rublo bielorruso, el cual tiene una paridad cambiaria con el rublo ruso de uno a uno.

La mayoría de los indicadores demográficos son similares a los de otros países europeos, tales como la tasa de crecimiento de la población y la tasa natural de crecimiento negativa, lo cual, al parecer le ha permitido a la dictadura un buen crecimiento económico, por ahora. (Ver cuadro de crecimiento poblacional).

Bielorrusia es étnicamente homogénea: está poblada principalmente por bielorrusos (81,2%), rusos (11,4%), polacos (3,9%), ucranianos (2,4%) y otros (1,1%) (2001).

La mayoría de los indicadores demográficos son similares a los de otros países europeos, tales como la tasa de crecimiento de la población y la tasa natural de crecimiento negativa, como vemos en el cuadro precedente.

El hermano Alek

El 14 de mayo de 1995 un referéndum otorgó poderes al presidente Aleksandr Lukashenko para disolver el parlamento y aumentar el grado de integración económica con Rusia. Un nuevo referéndum, el 24 de noviembre de 1996, permitía una nueva constitución que incrementaba todavía más los poderes presidenciales. A partir de allí, este individuo, miembro del Partido Comunista Democrático (cosas del idioma, porque cómo puede ser democrático si propicia la lucha de clases y la dictadura del proletariado), ha manejado el poder con mano de hierro, siendo catalogado su gobierno como la última dictadura de Europa y junto a Cuba como las últimas dictaduras de occidente.

Un informe de Amnistía Internacional dice: “en Bielorrusia fueron muy frecuentes las torturas y los malos tratos a los detenidos, y la práctica de emplear a presos para controlar y maltratar a otros reclusos, En Bielorrusia, sin embargo, al menos treinta personas fueron ejecutadas (2005)” y el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas expresó su “preocupación por el elevado número de ejecuciones, así como por la cantidad de delitos punibles con la pena capital”.

Como podemos apreciar, el gobierno Lukashenko tiene un triste récord en derechos humanos con decenas de fusilados y cientos de opositores en las cárceles, y de torturados, a pesar de eso, la oposición, en todas las elecciones habidas desde 1995 ha obtenido un 20% de los votos y Aleksandr Lukashenko un 80% fijo.

En materia de libertad de opinión y de prensa es muy parecido a Cuba. Para el escritor cubano Ricardo Carreras Lario, la prensa libre en Bielorrusia, sobrevive a duras penas a la represión del Gobierno, que cerró 25 medios independientes en 2005. (En Cuba no hay medios independientes que cerrar, tan sólo periodistas que encarcelar, como los más de setenta que se pudren en las cárceles castristas. Todos los medios de comunicación con difusión interna legal en la isla son del Gobierno, algo que, debemos reconocer, aún no sucede en Bielorrusia gracias a la presión Europea.

Aleksandr Lukashenko, quien insinuó que podría gobernar hasta el 2040 (no creo que llegue a esa edad) es profesor de historia y campeón de lucha Sumo, lo que lo hace creerse un súper héroe y todos los días, en sus discursos, (se encadena diariamente y para la última campaña electoral dispuso del 98% de los medios radioeléctricos), se dedica a atacar a George Bush, al resto de Europa y, por supuestos todos quienes lo adversan en política interna son traidores a la patria, vendidos a la CIA, etc., pero con la diferencia que a muchos los manda a matar.

Al gobierno de Lukashenko se le puede medir con las palabras de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, quien dijo que “el grado de civilización de una sociedad se mide por el trato a sus prisioneros”.

Economía

La economía de Bielorrusia ha mantenido en los últimos tres años tasas de crecimiento por encima del 6%, (9,3% en 2005) pero persisten altos niveles de inflación, lo que desvirtúa el crecimiento real de la economía. La población por debajo el nivel de pobreza (es decir, viven en miseria absoluta) es de un 27,1%, lo cual desvirtúa completamente el socialismo que dice sustentar el gobierno. La dependencia económica de Rusia es casi total (más del 80%), aunque el Dictador dice estar en contra del imperialismo. Las reformas económicas iniciadas en 1995 no han llevado a una apertura de mercados ni a la entrada masiva de capitales extranjeros, y han dificultado la renovación tecnológica y el aumento del consumo interno.

Los principales recursos naturales del país son sus bosques, la explotación del petróleo y el gas natural.

En el sector campesino, y la agricultura socialista han fracasado rotundamente. El 69,7% de su superficie agrícola se encuentra sin explotar y, aunque el 29,7% es cultivable, sólo el 0,6% se destina a cosechas permanentes. El agro bielorruso se basa en la producción de papas, cereales, frutas y verduras, vacas, cerdos, caballos, cabras y aves de corral.

Por su parte, la atrasada industria, otrora dependiente de la atrasada tecnología soviética sigue produciendo produce motocicletas, televisores y telas, pero no produce tecnología habitacional por lo cual no entendemos como se ha firmado un acuerdo para que Bielorrusia fabrique en el estado Aragua de Venezuela 5 mil viviendas en circunstancias de que, además, no poseen tecnología para viviendas tropicales.

Bielorrusia, a pesar de ser un país productor de gas (exporta gas a Alemania y Rusia) tampoco es un país exportador de tecnología y, sin embargo, fiema con Venezuela un acuerdo para instalar un complejo gasífero en el estado Barinas, lo cual no deja ser irónico en el país que ha propuesto la construcción del aseoducto más grande del mundo, el Gaseoducto del Sur.

Exporta elementos para la industria, maquinaria pesada, gas natural, petróleo, productos químicos, acero, metales no ferrosos, alimentos y bebidas, materiales de construcción, productos agrícolas y papel a Rusia (51%), Ucrania (8%), Polonia (4%) y Alemania (3%) (2000).

La principales importaciones de Bielorrusia consisten en maquinarias para sus industrias del petróleo, gas, madera, química, eléctrica y metalúrgica, alimentos y bebidas, implementos agrícolas y elementos para fabricar papel y producir madera. Las mismas provienen de Rusia (65%), Alemania (7%) y Polonia (3%) (2000), lo cual pone en evidencia de que no tienen tecnología para vender a Venezuela.

Socialismo o dictaduras

El socialismo del siglo XXI, que aún no ha podido ser definido, no es otra cosa que una copia al carbón del decadente “Castro-comunismo” y del stalinismo de Bieloeeusia y, en menor gardo, de Ukrania. Para el profesor venezolano Antonio Pasquali, “El socialismo real fracasó en la Unión Soviética, Ucrania, Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Armenia, Georgia, Azerbaiján, Kazakistán, Kirguizistán, Uzbekistán, Tadzikistán y Turkmenistán; en Alemania Oriental, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania; en Siria, Yemen, Afganistán, Pakistán, Birmania, Cambogia, Laos, Vietnam, Mongolia, China y Corea del Norte; en Angola, Argelia, Benín, Burkina Faso, República del Congo, Eritrea, Etiopía, Guinea Bissau, Liberia y Libia; en Chile, Cuba y Nicaragua. ¡Terrible lista! El iluminado nacional (Se refiere a Hugo Chávez F.) jura que él sí lo logrará, y perderemos decenios de historia como los cuarenta y siete infortunados predecesores”.

En realidad, esto no es socialismo ni nada que se le parezca. No se cumple con ninguna de la leyes sociales y políticas, y menos económicas, planteadas por los clásicos del socialismo. En Venezuela lo que existe no es otra cosa totalitarismo neo-fascista que poco a poco, está llevando al país a la ruina económica, política y social pues no ha podido solucionar los problemas de sus habitantes en nueve años de poder absoluto.

Por eso, podemos decir que la visita del presidente Chávez de Venezuela a Bielorrusia, no es otra cosa que encontrar aliados lejanos pues en el continente americano ya suenan las trompetas de retirada, comenzando por el neo-fascista Néstor Kirchner de Argentina. Bielorrusia, Irán y Siria, son los nuevos y valientes amigos que diariamente insultan “al imperio”, personificado por Bush, por ahora, y quizás por quien mañana… Es triste, pero cuando la gente se queda sola no busca a los mejores amigos…

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