Presidente Morales, cumpla el pacto político 2008
Es necesario hacer un poco de historia, para recordar la coyuntura y los acontecimientos previos al histórico pacto político 2008, que viabilizó el Estado Plurinacional-«Autonómico»: El país se encontraba convulsionado con la realización de la Asamblea Constituyente, basada en la imposición y no en el consenso, muy alejada del Contrato Social de Rousseau.
En Sucre el ambiente era hostil para al MAS, debido a sus abusos y prepotencias. Los capitalinos querían hacer realidad su calidad de Capital constitucional. Querían una Capitalía Plena. Morales respondió con el ejército, la policía y sus sectores sociales. El pueblo de Sucre fue vejado y asesinado tres de sus hijos: Gonzalo Durán, José Luis Cardozo y Juan Carlos Serrudo, en La Calancha. Ésta fue una de las «victorias militares» de García Linera contra su propio pueblo. Los crímenes permanecen impunes.
La Media Luna, cansada del fracasado centralismo, presionaba por refundar un País para todos con Autonomías Departamentales, que puedan sacar a Bolivia de su fracaso histórico. En Santa Cruz la efervescencia popular permitió la realización de los eventos masivos más grandes de la historia cruceña, como el apoteósico Cabildo del Millón. Eventos democráticos, donde nuestros líderes sentían el apoyo de su pueblo. Todos ellos terminaban en la Santa Paz de Dios, con la proverbial alegría Camba.
El Presidente Morales respondió con el Golpe de Estado en Pando, inmolando campesinos en la Masacre del Porvenir, asesinado a Pedro Oshiro, derrocando al Prefecto elegido por el pueblo, y pronunciado el antológico discurso de los gusanos del Capitán Quintana, incitando públicamente a la violencia. Los crímenes permanecen impunes.
Luego respondió con el Cerco a Santa Cruz y los salvajes asesinatos del profesor de Portachuelo Pedro López y del unionista de La Guardia Edson Ruíz. Crímenes que permanecen impunes. Estas fueron otra de las «victorias militares» de la que se vanagloria García Linera.
En buen romance, La Calancha, el Golpe a Pando, el Cerco a Santa Cruz, e incluso la quema de la Prefectura de Cochabamba (Los Tiempos 9-01-07); con el asesinato de Christian Urresti (Los Tiempos 13-01-07), no fueron victorias militares, fueron auténticos actos de terrorismo de Estado. Todos sospechamos, y un día sabremos, quien fue su autor intelectual.
Este era el dramático panorama en que se desarrolló el Pacto Político 2008, Bolivia al borde del abismo, una vez más.
La Asamblea Constituyente que comenzó en Sucre, por mandato legal, fue trasladada por el MAS al cuartel militar de La Glorieta y posteriormente a Oruro, por un mandato ilegal. En medio de todo esto, se descabeza el Tribunal Constitucional, para poder operar con impunidad. Finalmente se «aprobó» un texto constitucional a las carreras, en un proceso espurio y antidemocrático.
En La Glorieta se aprobó la Constitución en grande; leyendo solo el índice y en Oruro en detalle; sin presencia de la oposición.
Renglón seguido el texto constitucional fue «revisado» por un ilegal Congreso Constituyente, que le dio los últimos toques para hacerlo palatable al pueblo. Este Congreso Constituyente en realidad formalizo la negociación política realizada primero en Cochabamba y luego en las mesas paralelas, constituida por prominentes Parlamentario del oficialismo y la oposición. Es de estas mesas que nació el Pacto Político 2008.
Para desgracia de Evo Morales, este acuerdo fue ampliamente recogido por los medios de comunicación, como por ejemplo el periódico El Deber del 22-10-08: «Por eso acordamos en retrasar las elecciones hasta diciembre del próximo año, el Presidente renunció a una potencial segunda reelección.» Declaraciones de Carlos Romero.
Pero sobre todo este acuerdo fue reflejado, con pelos y señales, en un documento titulado: «Del conflicto al diálogo – Memorias del acuerdo constitucional». Financiado por las fundaciones FES-ILDIS-FBDM (ver librería FES) y realizado por Carlos Romero, Carlos Böhrt Irahola y Raúl Peñaranda. En la parte pertinente expresa:
«Superado el debate acerca de la pertinencia o no de la reelección presidencial, la oposición concentró sus observaciones en torno al cómputo o no del actual período constitucional para la contabilización de la reelección presidencial (.) Sin embargo, a fin de viabilizar el gran pacto político nacional, se aceptó por parte del oficialismo, que el actual período Constitucional sea considerado para aplicar la figura de la reelección».
En una reciente entrevista (ver Radio Erbol), uno de sus protagonistas principales, como Carlos Böhrt Irahola, confirma que García Linera lo busco en nombre de Evo Morales para comunicarle que no iría a la re-reelección.
Éste pacto político no fue poca cosa, viabilizo primero a Bolivia y luego a La Constitución de La Calancha, permitiendo el Referéndum por la Constitución, que finalmente termino lavando la «Carta Magna» de tantos sufrimientos, sangre y atropellos legales.
EXIJO A LOS POLÍTICOS CUMPLIR ESTE PACTO. Los pactos son hechos para cumplirse. Por lo menos eso es lo que se acostumbra entre gente honorable. Exijo respeto al país, que observa azorado las «envolventes» explicaciones de Morales y Lineras, al respecto.
Querer convencernos que éste es el primer mandato, es hacerse la burla del pueblo. Es solo saber leer y sumar, para entenderlo. El mismo gobierno lo reconoce en la estampilla de la coronación de Morales en Tiahuanaco, realizada por el narco-amauta Valentín Mejillones. Ver imagen al inicio de esta columna.
El Libertador Simón Bolívar, que tanto los inspira a los chavistas, decía en su célebre discurso de la Angostura (15 de febrero de 1819):
«Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía».
El Caudillismo, mal endémico de nuestros países; herencia de tiempos coloniales, tiene que ser desterrado. Nadie es insustituible en este mundo, por que como dice el filósofo José Ingenieros: «Donde una generación cierra sus alas otra la abre para volar más lejos». La vida tiene que fluir.
En este camino tres países de nuestra América Morena: México, Uruguay y Paraguay, han eliminado de sus constituciones la reelección presidencial. Nosotros necesitamos hacer lo mismo, para vacunarnos contra el totalitarismo.