Peligro inminente
Desde esta tribuna, guardando distancias y circunstancias que diferencian cada realidad, enviamos un alerta, esperamos no sea tardío, a los verdaderos demócratas del continente. También a quienes han puesto sus esperanzas en los procesos electorales, de distinta naturaleza, que progresivamente habrán de realizarse en nuestros países.
Está en marcha un acelerado proceso de desestabilización. Tiene objetivos definidos, aliados poderosos dentro y fuera del área, recursos materiales ilimitados y recursos humanos de importancia cualitativa. Entre unos y otros destacan el dinero negro que Hugo Chávez maneja sin controles ni límites éticos y los equipos operativos castro-chavistas, debidamente adiestrados para las misiones a cumplir.
El propósito es liquidar la institucionalidad democrática y, con ella, el pluralismo, la alternabilidad en el ejercicio del poder, derechos humanos básicos como la justicia ajustada a Derecho, la propiedad, la libertad de trabajo y de empresa o el derecho a la información libre y veraz, para imponer un estado socialista a la cubana. Se estimula el odio estratégico contra Estados Unidos, el antiimperialismo y, entre otras, las viejas consignas comunistoides que caracterizaron las luchas de la izquierda reaccionaria en las décadas de los cincuenta, sesenta y parte de los setenta. Han cambiado los tiempos y algunos protagonistas, hoy tan resentidos como envejecidos. Nuevos y viejos ofrecen el espectáculo de una revancha sin precedentes, en mejores condiciones que entonces, gracias a la indiferencia, a la incompetencia y al oportunismo de quienes teniendo mucho que perder, evaden la obligación de confrontarlos con ánimo de superación definitiva.
Son conocidas las aventuras del castro-chavismo en Uruguay. Los soportes y negocios turbios, hechos al margen de la legalidad y la decencia, para darle apoyo al tupamaro Jose Mujica, candidato del Frente Amplio. En Chile es descarado el apoyo al radical senador Marco Enríquez-Ominami. Proclama la liquidación de la sociedad chilena, “brutalmente clasista” según el. De triunfar será un grave retroceso, otra tragedia para la libertad. Perú y Colombia son escenarios ampliamente reseñados en este tiempo. Hay despertar y reaccionar ya.