Palestina
Uno de los temas más candentes que tenia asignada era el relacionado con la situación de los 750.000 refugiados palestinos desplazados hacia los países vecinos, particularmente Jordania, a raíz de la consolidación de Israel como país independiente creado en 1948 por las Naciones Unidas. La decisión de la Organización consistió concretamente en dividir el territorio de Palestina en dos pedazos y la creación de un Estado judio y otro arabe con la ciudad de Jerusalem sometida a un status internacional.
Los palestinos optaron por no crear su Estado como una forma de mantener vivo el problema y continuar su lucha por expulsar a los judios del Medio Oriente. La decisión, que permitió la creación de Israel como Estado soberano nunca ha sido aceptada por la población palestina expulsada de sus hogares y obligada a vivir en campamentos de refugiados miserables, aunque hay que admitir que con el tiempo esos campamentos se han ido transformando en asentamientos urbanos muy decentes y ciudades relativamente habitables.
Para hacer frente a la situación de los refugiados las Naciones Unidas crearon la Agencia de obras de apoyo y rehabilitación de los refugiados en el Medio Oriente – UNRWA por su nombre en ingles – dedicada a proporcionar asistencia y contribuir a la estabilidad en la región. El Informe anual de esa Agencia constituía el punto central de la consideración del tema en la Comision Politica Especial. El debate inevitablemente se desarrollaba en un ambiente de violentas recriminaciones por parte de los dos bandos, Israel y los palestinos. Estos, aunque no habían adquirido la condición de miembros de las Naciones Unidas, tenían derecho a participar como observadores con derecho a voz en la Comisión.
El 15 de mayo de 1948, día siguiente de hacer cesado el protectorado británico sobre Palestina, dando paso a la creación de Israel, se produjo el primer ataque palestino, apoyado por paises árabes, contra Israel. Aunque las NU lograron imponer un cese de fuego, la confrontación ha permanecido latente durante mas de setenta años y condujo a tres guerras: 1956, 1967 y 1973. La confrontacion de 1967, en la cual estuvieron involucrados activamente Egipto, Siria y Jordania, dio como resultado que Israel ocupara, como medidas para proteger su seguridad, la rivera occidental del Rio Jordan, es decir la Cisjordania, la península del Sinaí, Gaza, Jerusalem, y las Alturas del Golan.
En 1979 Israel le devolvió a Egipto la península de Sinaí. En septiembre de 2005 Israel se retiro de la Franja de Gaza. En 1980 Israel proclamo a Jerusalem como la capital oficial de ese Estado. La rivera Occidental del Jordan sigue bajo control israelí y allí se han venido creando importantes asentamientos de poblacion judia como una forma de proteger ese territorio de las frecuentes incursiones de terroristas palestinos. Las alturas del Golan también permanecen en poder de Israel. Se trata de una colina que dominan un sector importante de territorio israelí desde donde Siria lanzaba constantes ataques de artilleria contra poblados y kibutz provocando cuantiosas bajas a la poblacion israeli.
Esta sigue siendo la situación reinante en el Medio Oriente, la cual ha pasado por períodos de intensas negociaciones y fracasos de los esfuerzos de la comunidad internacional para alcanzar una paz duradera entre palestino y judios.
El estancamiento de esos esfuerzos condujo al Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abas, a intentar “forzar la barra” en las Naciones Unidas planteando una solicitud para que esa Organización reconozca la existencia de un Estado libre e independiente de Palestina, con los territorios que formaban parte de esa entidad antes de la guerra de los 6 días, incluido Jerusalem oriental. Este planteamiento debe ser primero considerado por el Consejo de Seguridad, que es el órgano que decide si un territorio o una entidad territorial puede ser admitido como miembro de pleno derecho. Ya sabemos que esta solicitud no será aprobada por el Consejo pues los Estados Unidos están dispuesto a vetarla. Si esto ocurre, la Autoridad de Palestina se propone recurrir a la Resolucion “Accin por la Paz” que contempla que si un problema se encuentra estancado porque el Consejo de Seguridad no ha podido resolverlo, puede ser sometido a la Asamblea General donde la decisión se tomara por la mayoría de los Estados Miembros.
Si se llegara a emplear este recurso, prácticamente., y lamentablemente, se volvería a producir una situación similar a la que se origino en 1948, ya que una decisión impuesta por la fuerza del voto solo contribuirá a exacerbar los animos de los contendores y resurgirán los enfrentamientos armados. La propuesta palestina contiene dos condiciones que, como ha quedado demostrado, difícilmente Israel aceptaría: 1) el cese de la construcción de asentamientos judios en la Cisjordania y 2) la devolución de Jerusalem oriental a los palestinos. Por su parte Israel exige que los palestinos renuncien publica y solemnemente al objetivo que se han propuesto, de acabar, eliminar, destruir a Israel como Estado soberano.
En estas condiciones, tal como se ha planteado en estos días en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la unica alternativa para solucionar este delicado y latentemente peligroso problema es la negociación. Pero deben ser negociaciones exclusivamente entre las partes involucradas, sin precondiciones, sin ingerencia o participación de terceros.El “Cuarteto” – Estados Unidos, la Union Europea, Rusia y las Naciones Unidas – debe abstenerse de influir. Su papel debe ser exclusivamente de “catalizador” para contribuir a impulsar negociaciones constructivas y de buena fe, pero que sean las Partes quienes decidan. Ulteriormente el cuarteto y todo el que este dispuesto a ello podria constituirse en garante del acuerdo a que se llegue.
En el pasado, teniendo en cuenta lo complejo de este problema, Venezuela mantuvo una posición ecuánime, objetiva, neutral, partiendo del hecho de que ambas partes tienen culpa y ambas partes tienen razón. Esa posición venezolana consistio en abstenerse en todas las votaciones y ocasiones en que hubo necesidad de pronunciarse sobre un tema tan espinozo, tomando en cuenta además que en nuestro país viven – y conviven – pacificamente importantes comunidades de origen judio y de origen árabe, las cuales han hecho importantes aportes al desarrollo economico, social, cultural, científico y material del país.
Lamentablemente el fuhrer ha dispuesto cambiar esa posicion para alinearse abierta y militantemente con la causa palestina como lo demuestra la carta que le dirigio la semana pasada el Secretario General de las Naciones Unidas. Esto puede tener consecuencias muiy adversas. Entre otras cosas, la carta, en la forma como esta concebida, coloca al regimen venezolano en una posición todavia más proxima a los sectores radicales del islamismo aislandolo aun más del resto de la comunidad internacional.