Otro periplo dispendioso e inútil
El teniente coronel presidente ha emprendido su enésimo (ya hemos perdido la cuenta) viaje por el mundo. Esta vez se ausenta por una semana. En esta gira visitará Qatar, Irán y Japón. Por supuesto, al regreso incluirá la obligada escala en Cuba para ir a pedirle la bendición a papá Fidel y rendirle cuenta de su viaje.
Según explicó, el objeto de la gira es «fortalecer los intereses y la posición de Venezuela en el mundo». Muchos venezolanos nos preguntamos, empleando una frase que se hizo famosa: ¿con qué se come eso? Creo que ha llegado el momento de hacer un inventario de los centenares de acuerdos y convenios suscritos durante las correrías del comandante por el mundo para establecer cuáles son los beneficios que han reportado hasta ahora al país y a los venezolanos.
El viaje a Japón lo justifica diciendo que «Japón es un país que consume mucha energía, necesita fuentes de petróleo. Además tiene mucha tecnología» -qué descubrimiento- y por primera vez Venezuela firma un convenio energético con ese país. Cabe preguntar: ¿es necesario que el teniente coronel presidente se traslade al otro extremo del globo simplemente para firmar un convenio energético? ¿Por qué no lo firmó el ministro de Energía y presidente de Pdvsa quien precisamente la semana pasada anduvo por esa región del mundo?
A Irán va «a continuar fortaleciendo la relación con ese país y porque estamos instalando el banco iraní-venezolano». Teherán, como La Habana, se ha convertido en una escala obligatoria de los viajes presidenciales. Sin importarle inmiscuirse en los asuntos internos de Irán seguramente aprovechará la ocasión para anunciar su apoyo a Ahmadineyad en las elecciones presidenciales que tendrán lugar próximamente en ese país.
En Qatar asistirá a la cumbre de presidentes de Sudamérica con los reyes, emires y jefes de gobiernos de los países árabes del golfo Pérsico. Supuestamente se trata de cumplir un compromiso político porque ese encuentro de países sudamericanos y árabes «forma parte de las distintas instancias que han comenzado a nacer para promover un mundo pluripolar».
Pero esto no es todo, porque apenas regrese deberá viajar de nuevo para asistir a otra cumbre: la de las Américas y el Caribe, que se reunirá en Puerto España a mediados de abril.
Al parecer el teniente coronel presidente se olvidó de aquel reproche que solía hacer a este tipo de reuniones, cuando decía que los presidentes y jefes de Estado andan de cumbre en cumbre mientras los pueblos se hunden en el sima de la miseria.
Casualmente, esta nueva gira del andarín que nos gobierna tiene lugar en uno de los momentos más críticos que vivimos en Venezuela como consecuencia de la caída del precio del petróleo y justo cuando proliferan las protestas de los gremios y los sindicatos exigiendo justas reivindicaciones salariales y la revisión de los miserables sueldos y salarios que perciben.
El ex diputado Carlos Eduardo Berrizbeitia, quien lleva a punta de lápiz la cuenta de los gastos residenciales, nos recordó en estos días que en sus 10 años de mandato el teniente coronel presidente ha estado ausente del país 453 días, es decir, un año y tres meses y que esas ausencias han representado un gasto de más de 50 millones de dólares. Berrizbeitia agrega que para este año la partida presupuestaria presidencial de viáticos y pasajes fuera del país asciende a más de 6 millones de dólares. Todo esto sin contar lo que cuesta el traslado y alojamiento en el exterior de las 200 o más personas que integran sus comitivas cuando sale de viaje.
«El ejemplo hay que darlo por casa. Hay que meter el ojo porque a veces funcionan mecanismos inerciales sin control» dijo cuando promulgó el «Instructivo presidencial para la eliminación del gasto suntuario o superfluo en el sector público nacional» el cual precisamente contempla, entre otras cosas, la eliminación de viajes innecesarios al exterior.
Al parecer ese instructivo presidencial se aplica a todos menos al presidente y que el ejemplo hay que darlo en todas las casas menos en Miraflores. Los venezolanos merecemos un trato menos cínico, menos hipócrita, de parte de quien dirige los destinos del país.
www.adolfotaylhardat.net