OEA y el veto Venezolano
La aplicación del Artículo 18 de la Carta Democrática Interamericana que faculta la realización de una Misión Observadora de la OEA en temas relacionados con la Carta, requiere “el consentimiento previo del gobierno afectado”.
Pero los Gobiernos de América Latina siempre han aceptado que instancias del Organismo Hemisférico para demostrar su apego al cumplimiento de las normativas,, en especial si esta Misión viene Presidida por el propio Secretario General de la OEA
El Gobierno de Venezuela ha impuesto un verdadero “veto” al negarse a que la Misión de la OEA visite al país. Pero cínicamente, además de impedir la visita “in loco”, señala que es “otra victoria en contra del Imperialismo” alegando que la OEA se ha negado a ejercer la Misión solicitada, cuando la verdad es que no lo ha hecho por el “veto” impuesto por el Gobierno.
La actitud autoritaria del Gobierno Venezolano al negarse a que se cumplan los alcances del Articulo 18 aplica la misma metodología de Cuba en el caso de la ONU, país que durante medio siglo se ha negado de manera sistemática a recibir Misiones de averiguación sobre el tema de los derechos humanos,
Pero en el caso del Gobierno Venezolano pone además en riesgo la vigencia misma de la Carta Interamericana Democrática, que es la expresión de un Continente que había decidido poner fin a las experiencias autoritarias o totalitarias que habían prevalecido en nuestra región durante la década de los 70 y de los 80, y que a comienzos del Siglo XXI vuelve a presentarse en Venezuela.
Esta misma actitud desestabilizadora, la vemos en las posiciones oficiales asumidas ante la CAN, el G3, el Banco Mundial, el FMI, la OEA y mas recientemente, en contra del MERCOSUR
Igualmente este veto repite la misma actitud asumida para enfrentar la búsqueda de soluciones pacíficas e institucionales propuestas por los Senados de Brasil, de Chile, de México, de los Estados Unidos, al igual que las resoluciones aprobadas por el Parlamento Europeo, y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, instancias que lo único que solicitaban era que se realizara un dialogo con los directivos de RCTV para garantizar la vigencia de las normas sobre la libertad de expresión
¿Por qué el Gobierno de Venezuela se niega a recibir una misión de la OEA? ¿A que le teme el
Gobierno de Chávez al aplicar su “veto”? La respuesta parece evidente. Impedir que la OEA pueda constatar que la arbitrariedad de las medidas adoptadas no solo por el Gobierno sino también por otras instancias del Estado que dependen del Ejecutivo (La Asamblea Legislativa y el TSJ) constituyen una retaliación política contra RCTV y no una decisión administrativa.