Mientras China Socialista avanza hacia el liberalismo Venezuela retrocede hacia una dictadura socialista
El mundo conoció dos enormes países socialistas: La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, fundada a partir de 1917 por Vladimir Lenin y León Trotsky; y la República Popular China, fundada a partir de 1948 por Mao Zedong. La primera—por haberse empeñado tozudamente en seguir las desquiciadas teorías políticas y económicas del pensador alemán Karl Marx—colapsó estrepitosamente en 1991, luego de experimentar por 74 años consecutivos—y sin ninguna intervención extranjera en sus “asuntos internos”—el modelo socialista inventado por Karl Marx. Lo mismo ocurrió con todo otro país que experimentó el socialismo como forma de gobierno y de organización social—y el atraso, la represión y la miseria de Cuba, Vietnam, Corea del Norte y Zimbabwe, están allí para seguirle mostrando al mundo, que el socialismo sólo produce atraso social, dictadura y miseria.
La segunda gran nación socialista—a partir de la muerte de Mao Zedong en 1975—lanzó al cesto de la basura las mentiras económicas de Karl Marx, y progresivamente—bajo el liderazgo de Deng Xiaoping—condujo a su sociedad hacia el liberalismo económico, mejor conocido hoy como economía de libre mercado, y ha tenido tanto éxito, que lleva años registrando la más alta tasa de crecimiento económico del mundo, y los productos fabricados por los chinos han logrado inundar muy exitosamente a todo el planeta. En cuanto a las desquiciadas ideas políticas de Karl Marx—desde hace décadas los chinos han permitido la libre elección de los gobernantes de sus aldeas (la más pequeña división político-territorial de China)—y muy recientemente, el actual presidente de China, Hu Hintao, dijo que “si los chinos han demostrado que pueden gobernar eficientemente sus aldeas, muy bien podrían gobernar sus pueblos”—dejando entrever una posible extensión del sistema democrático al próximo mayor nivel de división político-territorial de China; y el 9 de septiembre anunció al mundo una medida que ha sorprendido a todos: la rehabilitación política de Hu Yaobang (quien no tiene ningún nexo familiar con el actual presidente chino), mediante un acto público a ser realizado el próximo 20 de noviembre, fecha en que se conmemora el nonagésimo aniversario de su nacimiento.
Hu Yaobang, nació el 20 de noviembre de 1915 en la ciudad de Linyang, provincia de Hunan, en un hogar de campesinos pobres; se incorporó al Partido Comunista Chino (PCC) en 1933, y ascendió a través de la estructura del partido hasta llegar a ocupar las muy poderosas posiciones de Secretario General (1980-1987) y máximo Jefe del Partido (1981); desde cuyas posiciones se dedicó a rehabilitar a los intelectuales y profesionales chinos que habían sido forzados al ostracismo por la Revolución Cultural de Mao Zedong (1966-1976), y a promover los derechos humanos de la libertad de expresión y la libertad de prensa, que tuvieron una gran influencia sobre la juventud china.
Pero Hu Yaobang, fue obligado a renunciar a sus cargos en 1987, por “haber sido incapaz” de controlar las masivas protestas estudiantiles de 1986, y posteriormente murió de un ataque cardíaco el 15 de abril de 1989. Su muerte provocó las mundialmente conocidas protestas estudiantiles de la Plaza de Tiananmen de 1989, cuando la cúpula política de China ordenó al ejército aplastar militarmente a esa protesta estudiantil.
Su anunciada rehabilitación política en 2005, es una tímida pero clara evidencia, de que la otrora China Socialista, continúa su progreso hacia el Liberalismo—la doctrina político-económica diametralmente opuesta al nefasto socialismo, y que es la misma doctrina por la que tanto luchó nuestro Libertador Simón Bolívar.