Maletín, computadora y locura
La última escatológica andanada de Chávez contra los Estados Unidos ha puesto a mucha gente a especular sobre el grado de desesperación del Comandante en jefe de pacotilla, ante la avalancha de evidencias que grafican el nivel de amoralidad e inmoralidad de la mayoría de los altos mandos de éste desgobierno, que ya comienza a ser conocido como la “revolución de la incompetencia y la corrupción”.
Todo el mundo supo que cuando ocurrió el incidente del maletín de los 800.000,00 dólares en el aeropuerto de Buenos Aires, las maderas del barco chavista crujieron. Y cuando se produjo el ataque al campamento de ese niño de pecho conocido como Raúl Reyes, tan pronto se conoció que habían sido rescatadas ilesas unas computadoras con información preciosa sobre las andanzas de la banda narcoterrorista FARC-EP, tan querida y apreciada por Chávez, un terremoto sacudió la ya frágil estructura nerviosa de éste.
Aquélla pintoresca escena, donde ordenó la movilización de diez batallones tan cantinfléricos como su Ministro de Defensa, para culminar lanzándose a los brazos de Álvaro Uribe en la reunión de la OEA en Santo Domingo, retrataron para el mundo el neurótico estilo de hacer política que se ha instaurado en Venezuela.
Ofender e insultar para después buscar melosas reconciliaciones, en un estilo muy parecido al de algunas mujeres ultracelosas e inseguras que acoquinan a sus parejas, buscando que luego de una severa pelea venga una fogosa y momentánea reconciliación, para luego retornar al círculo vicioso. Así actúa Chávez. El problema es que las parejas y los vecinos se cansan de eso. Y los venezolanos ya estamos llegando al límite.
En éste momento Chávez se apresta a recibir la más contundente derrota electoral. Y que esto ocurra justo cuando toda la verdad del caso del maletín sale a flote, con su derroche de condenas e imputaciones a gente de su entorno más cercano, incluyéndolo a él mismo. Con Rodríguez Chacín y sus jefes de la DISIP y la DIM imputados internacionalmente por terrorismo y narcotráfico, con pruebas previamente avaladas por INTERPOL, es algo serio. Como seria es la crisis eléctrica que amenaza con electrocutar a la revolución. Los niños iniciarán el nuevo año escolar en instalaciones que dan pena y con los útiles escolares a precio de oro, ya que la revolución en diez años no ha sido capaz de garantizarle a los hijos del pueblo la educación en locales decentes y bien dotados, y mas bien viven acorralando a los institutos educativos privados que mal que bien prestan un excelente serbio, superior al que ofrece el estado.
Esta suma de complicaciones en época electoral, con la gente cansada y desengañada de tantas promesas y habladeras de paja. Con Evo en tres y dos. Con Daniel Ortega censurado por la alta intelectualidad de la izquierda internacional por su nauseabunda persecución al laureado y anciano poeta Ernesto Cardenal y condenado por las mujeres latinoamericanas por violador. Todo éste coctel tiene a Chávez con los nervios de punta y no se le ha ocurrido nada mas simple que meterse en un pleito entre superpotencias, olvidándose del llanero refrán que reza que en pelea de burros no se meten los pollinos.
Sería oportuno preguntarles a Chávez y su tropa de charlatanes si ellos han analizado las implicaciones que se derivarían de que un solitario misil impactara la Presa “Raúl Leoni”, el complejo refinador Paraguaná o el criogenico de Jose. Eso sin contar la posibilidad de que sangre venezolana corra sin necesidad alguna. Que le pregunten a los argentinos Leopoldo Galtieri o Jorge Videla, que saben bastante de eso. Sería bueno que busquen las imágenes de cómo terminaron Mussolini, Hitler o Ceaucescau, o mas recientemente Saddam Hussein o Milosevic. Averigüen eso si es que aun no tienen una sobredosis de maletín, computadoras y locura.
