Los Yihadistas de las tinieblas
¿Por qué Al Qaeda hace atentados en Argelia si proclama su furia contra occidente, excusándose en la guerra de Afganistán y la invasión a Irak – cuya motivación y ejecución ha sido errática y corrompida, – pero no se relaciona ni con países árabes y musulmanes?
Para muchos, esta es una pregunta intrigante y sin embargo, la respuesta es sencilla aunque poco conocida: Al Qaeda nunca ha ocultado su intención de restaurar un imperio islámico bajo las leyes del Corán, y eso incluye a las posesiones de los sultanatos musulmanes de la Edad Media: desde el sur de España hasta el Lejano Oriente y por supuesto, el llamado Magreb, o África del norte. Argelia, no solo ocupa parte de ese territorio sagrado a “liberar” de su actual régimen moderado, sino además, comete la “herejía” de sostener excelentes relaciones con la Comunidad Europea. Por lo tanto, Argelia es un país fundamental a reconquistar para los islamistas radicales.
¿Y por qué Al Qaeda ataca sedes de la ONU? Esta es una pregunta más compleja porque implica penetrar a la oscura psique de los fanáticos islamistas: La ONU es una entidad que en buena medida representa el ethos de occidente, si bien agrupa a casi todas las naciones del mundo, y por lo tanto es un instrumento de “Los Cruzados” – como lo fue la Iglesia Católica en su momento – que siguen siendo los mismos que intentaron hace siglos dominar las tierras del Islam y por lo tanto, eliminarlo a sus funcionarios y sedes es parte de una “guerra santa” o Yihad.
Le Monde Diplomatique, diario que no oculta su aversión hacia casi todo lo que hace o deja de hacer Estados Unidos, tradujo de un periódico libanés pro-Sirio, un editorial publicado en septiembre de 2003, luego de la masacre contra personal de la ONU en Beirut en agosto de ese año. Según este escrito, “la operación de ayer contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad revela esa mentalidad de destrucción. Expulsemos a todo mediador. Prohibamos toda organización internacional. Que la situación se hunda. Que corten el agua y la electricidad. Que la extracción de petróleo se detenga. Que prevalezca el robo. Que las universidades y las escuelas cierren. Que quiebren los negocios. Que se detenga la vida civil. Y al final del camino, la revolución fracasará”.
¿Por qué Argelia? ¿Por qué la ONU? Por razones “lógicas” para los islamistas radicales, pero sobre todo, porque la esencia de los terroristas que hacen estos atentados es la misma de regimenes, grupos y personas que exaltan el placer de destruir en nombre de religiones y revoluciones. Es el “Viva la Muerte” que algunos franquistas gritaban en España, el “Patria o Muerte” de Fidel Castro. Eso que los académicos llaman Nihilismo y coloquialmente, se puede definir como la cultura de muerte de gente como la que el escritor Joseph Conrad describió magistralmente, en el Congo del Rey Leopoldo II de Bélgica, en su libro “El Corazón de las Tinieblas”.
