Los Observadores de Europa Democratica
La ex Canciller de Austria Benita Ferrero -actual Comisario de la Unión Europea- anunció la semana pasada la decisión Comunitaria de enviar a Venezuela a 150 Observadores de esa institución para presenciar las elecciones del 4 de Diciembre.
Pero lo que no ha podido anunciar aún es el nombre de la persona que tendrá la responsabilidad de presidir ésta Misión, ya que se requiere seleccionar a un Parlamentario de firmes convicciones políticas y democráticas que sea bien aceptado tanto por los seguidores del gobierno como los de la oposición venezolana.
Otra dificultad radica poder seleccionar adecuadamente a algunos de los técnicos. No existe una experticia que pueda garantizar la objetividad del voto electrónico ya que ningún país en el mundo ha tenido elecciones exclusivamente electrónicas, con la muy reciente excepción de Estonia.
Hasta ahora, la utilización de las computadoras ha estado apoyada por procedimientos tradicionales que asegurasen la transparencia de la decisión manifestada por los electores a través del conteo manual de los votos emitidos, regla que se pretende eliminar por la absurda prepotencia del ilícito CNE.
En el caso de Venezuela existen aún las sombras del fraude pre-electoral, electoral y post-electoral que se evidenciaron durante el Referéndum Revocatorio del 15 de Agosto del 2004. A ello se le suman otras dificultades como la utilización de la Lista Tascon como una base de datos utilizada por instancias del Poder Ejecutivo para perseguir a aquellos que optaron por votar en contra del Gobierno.
¿Qué garantía existe de que el elector nuevamente no sea acosado por la prepotencia de un poder de dominación y represión? Ciertamente la pesadilla que sufrieron los oposicionistas no es una historia de política ficción, sino la demostración más fehaciente de la tentación totalitaria del actual régimen
La semana pasada tuve la oportunidad de reunirme en Estrasburgo con los euro-diputados Ignacio Salafranca y Fernando Fernández del Partido Popular Europeo, con el diputado Manuel Medina del Grupo Socialista, con el diputado Aruna Degutis del Grupo Liberal y con Alain Lipietz del Grupo de los Verdes a quienes resalté que las elecciones del 4 de Diciembre no constituyen solo un problema técnico, sino un problema político, y que no se trata sólo de observar la legalidad del proceso sino la “legitimidad” del mismo.
En las reuniones con los eurodiputados en mi condición de candidato al Parlamento Andino, les expresé mi satisfacción por la forma clara como la Comisario Benita Ferrero le planteó al canciller Ali Rodríguez el pasado 24 de octubre en Bruselas la posición que mantendrá la Unión Europea en favor de la democracia, la transparencia y el diálogo entre las partes.
Pero lo más importante en estos momentos es que el CNE acepte cumplir con el requisito legal de que se cuenten todos los votos manualmente y que se garantice el secreto del voto eliminando la manipulación electrónica, ya que el “diktat” del Tribunal Supremo ya ha “legalizado” el mecanismo perverso de las denominadas «morochas» que multiplican el ventajismo oficialista de manera ilegal.