Opinión Internacional

Los jóvenes sueñan: Camino al Alba

Estos días en Venezuela son de los jóvenes. Toman las calles, defienden posiciones, hablan de sus sueños y con pasión resguardan sus causas. No importa el bando, todos sueñan, caminan, trajinan, discursean y nos dan lecciones a los grandes. También nos transportan en el tiempo, nos recuerdan nuestras épocas combativas, nuestras diferencias de visión en el tiempo. Como me llena ver a mis hijos graduados bregándose sus espacios a punta de esperanza por un futuro promisor. Cuanto respeto produce en estos años de la vida la pureza de la juventud. Como me gustaría que los adultos, sin mezquindad, los cuidáramos, los ayudáramos sin pedirles nada a cambio excepto que sigan soñando, que sigan debatiendo sin concesiones. Qué bueno es ver a través de Alonso, Héctor, Jon, Carlos, Osly, Cesar, Carmen y Robert entre otros, la pureza de la juventud y recordar que el futuro les pertenece. Ellos tienen derecho a seguir soñando por un país mejor, más justo, más humano. Cada uno desde sus trincheras.

Casualmente, para mí, en estos días de niños creciendo, recibo desde ciudad de Guatemala, en la Quinta Guatemala aquí en Caracas, un libro de poesía y narrativa de un joven venezolano soñador y al cual aprecio especialmente.

Se trata, también de un diplomático de carrera, Alonso Herrera de Abreu, quien a pesar de su juventud, ha logrado compaginar el ejercicio de la diplomacia con las letras. Nos presenta una nueva entrega, su tercera, Camino al Alba (publicaciones Monfort 2007).

A pesar de que me correspondido formar parte de una importante publicación de orientación literaria, por allá por los años setenta, Libros al Día, junto a Carlos Ramírez Faría, quien dirigía a un talentoso grupo de jóvenes venezolanos, la mayoría de ellos engrosan las filas de los talentos nacionales, quiero en esta oportunidad no atreverme hacer una apreciación critica de esta obra. Más bien quisiera resaltar a través de estas notas, la fortaleza de ese joven con quien he tenido la oportunidad de compartir desde las filas de la diplomacia, ejercicio en donde Herrera de Abreu, aunque curtiéndose, todavía da sus primeros pasos.

Alonso, como bien lo dice la contraportada de su libro, desempeño funciones en la Dirección General de Economía y Cooperación del MRE, precisamente en los años que me correspondió dirigirla. Durante dos años fue una de los pilares de mi equipo profesional. Desde el principio me demostró una profunda vocación por el Servicio Público, sensibilidad por los grandes temas de la agenda internacional, así como, “madera” para ser un buen diplomático, disciplina y espíritu de sacrificio en tiempos de trabajo intenso en nuestra cancillería. Su vocación poética me era un secreto.

Me acompaño apenas iniciaba su carrera, a trajinar un acontecimiento especialmente difícil y trágico para nuestro país, como fuel el golpe de estado del 2002.No lo esperábamos, no teníamos guion de acción, ni lideres, ni superiores que dieran la cara en un momento complejo y de crisis para una Institución como la Cancillería. Me correspondió asumir una responsabilidad y mantener una institución en pie mientras nuestras Embajadas en el exterior y misiones acreditadas en Caracas requerían que la Cancillería no bajara la “santa maría” mientras se esperaba conocer lo que realmente acontecía. No pasaron muchas horas pare ver como inconstitucionalmente se perdía un gobierno y lo realmente frágil que es nuestra democracia. Muchas leyes y pocos demócratas. La historia aun se escribe.

Entre otros tantos diplomáticos, víctimas de esa jornada que tiene una historia que aun esta por contarse debidamente, recuerdo el apoyo y la sobriedad con la que actuó Alonso el 12 de Abril. Mientras muchos corrían o se plegaban, me acompaño con solidaridad de subalterno mientras tratábamos de mantener la dignidad del estado y de nuestra Institución. Fue para mí una muestra de su integridad y solidaridad. Sin duda lo marco ese acontecimiento y lo exalta en su obra poética. Reclama, a través de uno de sus poemas, Florida Primavera”,……… “jamás pude pensar/que tantos demócratas serian tan pocos /que el poder de su ambición les guillotinaría sin piedad”/….su verdad revolucionaria la delata con pasión cuando afirma que ….. “con la hoz limpiaremos el magro camino/que el martillo permitirá construir con entusiasmo.”
En este poemario escrito en lo que entendemos varios tiempos, le permite a este joven romántico y soñador, quien también ha recibido el latigazo de los andares de la vida, presentarnos en más de veinte poemas y una narración, la marca de su huella de venezolano nuevo, aferrado a la vida y a sus sueños, que surgen con transparencia sin temor a escribir lo que siente y entiende, sin atropellar a nadie, con humildad y necesidad de ser también escuchado. Nos dice Alonso,….”La necesidad de expresión humana carece de límites en el espacio y el tiempo. Es por ello que la trascendencia misma de la expresión se convierte en una de las virtudes inconscientes mas creíbles y maravillosas del ser”. Así es, el hombre necesita expresarse, con libertad y solo con los límites de su conciencia. Trascenderá en el tiempo, no porque él quiera, sino solo si la conciencia de los otros lo acepta. Para ello, el hombre requiere prolongar su pureza, más allá de que las circunstancias tornen su pensamiento. Entonces, joven sin pureza, deja de ser joven.

Espero que alguien con menos afectos por el autor, escudriñe sus letras, su llamado y la fortaleza de su nova obra. Ojala que desde Guatemala, su nuevo destino en el ejercicio de la diplomacia lo comparta con el desarrollo de su pasión por el pensamiento y las letras.

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