Las diez peores decisiones internacionales
La inscripción del candidato de unidad Manuel Rosales representa una gran esperanza popular. Al ganar las elecciones del 3 de Diciembre, el candidato zuliano tendrá que llevar a la práctica las nuevas iniciativas ofrecidas para mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos, continuar con los buenos proyectos ya adelantados, pero especialmente enfrentar y corregir los errores acumulados por la actual administración.
Un grupo de Venezolanos reunidos en la Mesa de Reflexión Democrática integrada por personalidades como Alberto Quirós Corradi, Hiram Gaviria, Eddie Ramírez, Manuel Caballero, Gustavo Tarre, Pompeyo Márquez, Pedro Pablo Aguilar, el Almirante Rafael Huizi Clavier, el General Gonzalo García Ordóñez y muchos otros, hemos dedicado un tiempo importante para identificar cuáles son los peores errores del Gobierno Chávez
En los siete años de una pésima gestión se despilfarraron millardos de dólares en innumerables desaciertos. Se trató de identificar las peores 10 decisiones en cada uno de los campos de su gestión: En subrayar los graves errores existentes en el Poder Judicial, Electoral y Ciudadano; o en resaltar los incumplimientos en el campo laboral, de la salud, de la educación, del petróleo, de la agricultura, o de los derechos humanos.
En el campo internacional la presencia de internacionalistas como Adolfo Salgueiro, Fernando Gerbasi, Gerson Revanales, Antonio Sánchez, Marco Tulio Bruni Celli nos ha permitido seguir con preocupación los alcances de una “diplomacia Bolivariana” con pésimos resultados para la imágen de Venezuela en el ámbito internacional, por más que el novato Canciller Maduro afirme que “Hoy, Venezuela es el centro del mundo”
En el decálogo de errores resaltamos varios aspectos que demuestran la perdida de rumbo de la actual diplomacia gracias a la ideologización de la política exterior, el desmantelamiento del servicio diplomático, o la excesiva ambición de protagonismo que aísla a Venezuela de otros Estados.
El odio permanente en las declaraciones oficiales, crea situaciones de conflicto sin sentido, y se traducen en una enemistad con los Estados Unidos, con la Comunidad Andina y con la Comunidad Democrática de Naciones en general.
Ese mismo odio nos acerca a Gobiernos distintos y distantes con los que firmamos pactos estratégicos como con Irán, Corea del Norte, Bielorusia o Siria, y al mismo tiempo nos orientan a respaldar directos movimientos terroristas como el Hizbola, las guerrillas Colombianas, y frentes radicales de la más variada tipología.
El abandono de los intereses comerciales o económicos nos alejan de la necesaria defensa de nuestros intereses nacionales, convirtiéndonos en simples “compradores” de lo que nos ofrezcan, sin aplicar en lo más mínimo la norma de la reciprocidad y sin promover la exportación de nuestros productos. Preferimos vender los sueños de un ALBA fantasmagórico, atados a nuestro socio privilegiado Cuba.
El reto de la nueva administración será el reconstruir una Diplomacia Moderna del Estado Venezolano.
