Las alcahueterías del Plan Arias
El depuesto Mel Zelaya, atrincherado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa como lo planeó Chávez, para meter a Lula en el lio, luego que éste lo abandonó en su pleito contra Uribe, que por su parte sigue dispuesto a continuar en el proceso de liquidación de las FARC con apoyo de bases USA incluido, nos lleva directo al tema de cómo salen de esta payasada del asilo, que pareciera vengar la tontería de haber sacado al chavista de mala manera, pero que siendo clavo pasado, es difícil por no decir imposible para los hondureños, que puedan restituirle en el poder como plantea el Plan Arias.
El Plan Arias que, la verdad sea dicha, no le gusta Chávez porque lo sacó de cuajo del proceso político controlado concebido también para negarle allá espacios futuros, tampoco le gusta a Zelaya, de la boca para afuera, pero su aplicación es el único chance de salirse parcialmente con la suya, al dejar en ridículo a las FFAA hondureñas y a los poderes civiles de ese país, que avalaron la expulsión de este títere de Chávez.
Suscribir el Plan Arias significa ni más ni menos apoyar el retorno de Zelaya hasta noviembre y el premio de consolación para TODOS los poderes constituidos de Honduras, es que esa sería una Presidencia casi simbólica, imposibilitada para adelantar el plan Chávez de una constituyente fraudulenta, con dólares de la chequera petrolera que camina, de todas maneras más que imposible dado el proceso ya acontecido.
Ese Plan Arias es el plan Obama- Clinton-OEA, que vienen alcahueteando a Zelaya desde su remoción. Y a pesar de que Chávez patalee porque de todas- todas pierde, la opción realista para sabaneitor es moverse resignado a su único chance de no perder hasta los calzoncillos en esta trifulca en la que él metió a Honduras.
El Plan Arias, es ahora también EL PLAN CHAVEZ, así él diga lo contrario , en la medida que devuelve a Zelaya al poder, así este poder sea efímero y amarrado.
Felicidades a aquellos «opositores» de aquí, que han logrado un nuevo punto de encuentro, aunque sea vergonzante y disimulado, con Chávez vía Obama-Lula y su Plan Arias de restitución de Zelaya.
Chávez y su títere Mel planearon con ese asilo locoide, un “14 de abril” para un retorno en hombros producto de un estallido del frente político militar que lo sacó del poder.
Pero ahora se transformó en un auto secuestro. Es un plan de borrachos, que no sacaron bien la cuenta. La cuadra de gente de Zelaya no son inmunes al “gas del bueno”, aunque sea más benigno que el que usa Chávez aquí para disolver manifestaciones 50 veces más grandes.
Veremos la fuerza de los alcahuetes haciendo de hinchas del Plan Arias, para aparecer también aquí como demócratas y ganar puntos de convivencia con Sabaneitor, que agarraría aunque sea fallo.
Podíamos emplear la imagen para hacer más comprensible todo este embollo, que el Plan Arias es a Honduras lo que Lula, la pareja presidencial chula de Argentina y Rodríguez Zapatero son a Chávez y la Venezuela de su régimen. Son alcahuetes en plan de disimulos, son hojas de parra para tapar sus desvergüenzas.
Nosotros, mientras tanto, seguimos estando en nuestros trece. No fue un golpe, el de las instituciones civiles con Micheletti, pero si quieren seguirlo llamando así, entonces que Viva el golpe en Honduras. No al retorno de Zelaya. No al Plan Arias .
La pelea contra el régimen del déspota venezolano debe darse en todos los frentes donde él actúe. También respecto a Honduras debemos estar no al lado sino en la acera de enfrente. Este es un principio básico de la lucha política que «olvidan» diariamente nuestros cohabitadores alcahuetas, y alguien debe decirlo, aunque echen pestes sobre mí.
En cuanto a Zelaya Logrará mas para su causa de chulo del ALBA, allí echado en la embajada brasileña, que dando vueltas por el mundo.
Querámoslo o no, su astucia, o la de otros, consistió en chantajear con la guerra civil aunque la pierda de arranque.
Su objetivo es tan cínico y al propio tiempo tan puerilmente explicito que da vergüenza ajena: QUIERE MUERTOS, MUCHOS MUERTOS para lograr que si no es restituido, por lo menos le cueste una alta cuota de desprestigio al Estado Hondureño y a quienes lo sacaron.
