La unión “bochinchera”
«¿Qué cree usted sobre la consolidación de una Comunidad Sudamericana?». Lo bueno de esta pregunta frecuente es, en este caso, la manera cómo me la formuló recientemente quien me la hizo, puesto que implica que, inconscientemente, es un tema de creencia y no de convicción, y que la mayoría de personas que inquiere sobre el tema tiene aún la incredulidad de que hay una ‘comunidad sudamericana’ porque, si no, a qué viene la pregunta. Y la respuesta la dan crónicas de eventos actuales:
Hace días, Montevideo manifestó su preocupación por lo que califica como «la nueva doctrina militar» de Argentina que, según teme, se anticipa a un inminente conflicto por el control de recursos acuíferos dentro de algunos años. ¡Guerra preventiva, pues, y sin Bush! Y, mientras, continúan las tensiones entre ambos países por las papeleras que construye el Gobierno uruguayo en la frontera con Argentina.
Recientemente, el embajador de Venezuela en Colombia participó en una reunión de opositores a Uribe que exigían su renuncia, y declaró que se deberían conformar círculos bolivarianos en ese país. Días después, el canciller colombiano aseguró que Hugo Chávez es el líder ideológico de las FARC. Sin embargo, ambos sujetos se disculparon luego por los ‘malos entendidos’, para que una nación siguiera con su plan petro-imperialista con apoyo cubano y, la otra, con el ‘Plan Colombia’ con soporte estadounidense.
Perú y Chile no pueden resolver su problema limítrofe marino, Brasil y Argentina se alejan más en su visión de Mercosur, Bolivia y Ecuador no terminan de estabilizarse como para hablar de unión entre ellos mismos y, entre ‘Epopeyas’ y tangos, se disputan temas del pasado, desde la Guerra del Pacífico hasta el origen de Gardel.
Al ser entregado por sus aliados a los españoles, Francisco de Miranda, primer ideólogo de nuestra independencia, sentenció lo que hasta hoy sigue vigente: «¡Bochinche! (alboroto), ¡bochinche! Esta gente no sabe hacer sino bochinche».