La ocupación cubana en Venezuela
Mientras Chávez vocifera contra la intervención humanitaria del imperialismo norteamericano en Haití, en suelo patrio hay unos 100.000 cuadros del gobierno castrista incrustados en todas las áreas del Estado.
Los venden como desinteresados médicos, para que nos olvidemos de los “asesores” en áreas como educación, utilizados para ideologizar a nuestra juventud, o en el control de quiénes somos, dónde vivimos y qué poseemos- identificación y registros- o su presencia militar en los cuarteles y por supuesto el G2.
Las alarmas se disparan cuando, de la noche a la mañana aparece el más conspicuo representante del militarismo represivo cubano, el comandante Ramiro Valdez,
revestido de un ropaje de técnico electricista, que le queda corto y se le ven las charreteras. ¿Por qué Valdez? ¿Por qué ahora?
Chávez parece haber perdido confianza en Alí “el eléctrico”, quien fuera su hombre clave para dirigir la OPEP, PDVSA y varios ministerios. Y es reemplazado por el creador de uno de los servicios de espionaje y represión más importantes del mundo, el G2 cubano, cuando sin duda los venezolanos estamos más que calificados para resolver el problema eléctrico.
Valdez, quien es recordado por su participación junto al Che en el fusilamiento de más de 6.000 cubanos, ha sido ex-ministro del Interior (represión interna) e instituyó la vigilancia contra el ciudadano común y contra los altos jerarcas del régimen. Aquí será de mucha utilidad para afinar el carácter represivo y delator de los Consejos Comunales y otros mecanismos paraestatales.
Como ministro de Informática y Comunicaciones de Cuba, es el “gran sensor” de la isla. Este Torquemada tropical, quien permitió la entrada de Internet a Cuba pero bajo control político-ideológico del gobierno, a la manera China, llega en uniforme militar al país justo cuando una crisis estructural amenaza con dar al traste con la revolución.
La caída de la popularidad del régimen, pone en peligro su triunfo en las próximas elecciones. Chávez se desespera, llama a Fidel y este manda a Valdez, por cierto enemigo de Raúl. Valdez es clave por los conocimientos y recursos para interferir y controlar las comunicaciones, en especial el Internet, asunto clave para controlar nuestro sistema electoral, además por su capacidad para asegurar que los 100.000 cuadros cubanos actúen, en particular si irrumpe la violencia. ¿Habrá un Emparan que diga no a este Pro-Cónsul cubano? A 200 año de la independencia ¿dejaremos de ser una colonia cubana?